El gobierno está "decepcionado" por decisión de Aratirí

La minera bajó la prioridad del proyecto en Uruguay del uno al cuarto lugar. Topolansky atribuyó la decisión a un "cacareo" de la oposición. Kreimerman habló de decepción

 

El ministro de Industria, Roberto Kreimerman, dijo que el gobierno está decepcionado tras la decisión de la minera Zaimin Ferrous de bajar el proyecto de Aratirí de la prioridad uno para la cuarta o quinta.

Kreimerman dijo que habló el tema con Mujica y "la reacción es de cierta decepción".

"A todos nos interesa un proyecto que implica buenas posibilidades para el país a través de los impuestos y de los valores cuando se extrae un mineral, se procesa y se exporta", dijo el secretario de Estado.

"Es una inversión cuyo volumen es muy importante. Hay intención que se pueda llevar adelante, obviamente con las protecciones ambientales y mineras", señaló el ministro.

El vocero de la empresa en Uruguay, Fernando Puntigliano, dijo que los bancos internacionales no están dispuestos a prestarle a Aratirí los 2.000 millones de dólares que precisa para poner en funcionamiento la explotación de hierro en Uruguay, dado las idas y vueltas políticas.

Por ello se generó un duro intercambio entre el gobierno y la oposición.

Para la senadora oficialista y primera dama, Lucía Topolansky, se llega a esta situación tras el "cacareo" de los blancos.

"Pienso que el nivel de discusión y de cacareo que hubo ha llevado esa decisión a los bancos que financian. Espero que el proyecto siga adelante", dijo Toplansky.

 

OPOSICIÓN. Quien más fuerza hizo desde los partidos de oposición por discutir este tema fue el Partido Nacional. El diputado blanco José Carlos Cardoso  propuso nacionalizar el hierro y Luis Lacalle Pou promovió una interpelación que luego llevó adelante Gerardo Amarilla

Cardoso dijo este martes que la decisión de la empresa parece ser una "presión" hacia el sistema político. " Eso de me pongo la pelota debajo del brazo y me voy para mi casa no funciona. El Uruguay no va a dejar de discutir con transparencia. Este es un país democrático. Los uruguayos tienen derecho a saber de qué se trata. Hasta ahora nadie sabía de qué se trata", dijo Cardoso.

"No estamos analizando Aratirí. Estamos analizando el hierro. Hay que seguir discutiéndolo", agregó.

Desde el oficialismo le cuestionan al Partido Nacional la triple interpelación que realizaron hace tres semanas por este tema. "¿Le parece que una empresa se va por qué hay una interpelación? ¿Entonces la empresa buscaba silencio parlamentario?", se preguntó Cardoso.

 

PLEBISCITO. El resto de la oposición le tira la culpa a la empresa por la decisión del gobierno. El senador nacionalista Francisco Gallinal, dijo que no le sorprendió la decisión. "El gobierno vive improvisando en esta materia. No tiene claro a dónde va", dijo Gallinal.

Señalan que el plebiscito consultivo que propuso Mujica para ver cómo resolver el tema generó incertidumbre. "Los inversores no se sienten con todas las garantías. Los ciudadanos no nos sentimos con todas las garantías", dijo Gallinal.

El senador colorado José Amorín entiende lo mismo. "Mujica dijo que había que someter el proyecto a plebiscito. Eso también da desconfianza a los inversores. A los inversores hay que tratarlos con respeto, pero hay que exigirles todo. Que cumplan con todas las normas ambientales y respeten los derechos de los propietarios de la zona y que le den el mayor cannon para el Estado", dijo Amorín.

"Se ha manejado mal el tema. El presidente fue quien dio la primera mala señal. Esperemos que Aratirí complete el proyecto", agregó Amorín. 

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