El debate del gobierno es si gravar o no concentración de tierra

En la polémica no aparece un punto intermedio que logre solucionar las diferencias entre el mujiquismo y el astorismo. Es el primer choque fuerte entre ambos polos.

 

Ya no está la Caducidad en la agenda política. Pero el gobierno ahora tiene un debate que toca raíces y concepciones filosóficas e ideológicas que son díficiles de llevar a un punto intermedio. Este asunto  desnuda por primera vez en este segundo período de gobierno las diferencias existentes entre el plano mujiquista y el astorista en materia económica. El presidente hasta el momento le dio la derecha al vice en esos asuntos, pero ahora se mete y manda. La incógnita está en si finalmente hará primar su postura por más que su número dos, al igual que sus ministros de Economía, Transporte y Ganadería se opongan.

Quienes quieren afectar la concentración de la tierra y para ello poner un impuesto a los que tienen mucho campo son defendidos por  el presidente José Mujica, que se embanderó con todo con esa causa. Dijo que de esa idea no se baja y esa parece ser una iniciativa que busca dejar tranquilos a dirigentes de su sector (el Movimiento de Participación Popular) y a los comunistas.

Del lado de enfrente está el vicepresidente Danilo Astori. El líder del Frente Líber Seregni (FLS) rechaza totalmente la propuesta del presidente y señaló  que esa iniciativa  no es "coherente" con el sistema impositivo vigente y puede quitar certezas y previsibilidad a la economía uruguaya.

Con esta realidad, la iniciativa de Mujica no cuenta con los votos suficientes para ser aprobada en caso de ser presentada tal como la anunció el mandatario este lunes al gabinete productivo. La "alternativa" que planteará Astori el próximo lunes podrá ser una solución, pero el panorama es complejo.

Tanto, que Presidencia emitió este miércoles a la noche un comunicado explicando su iniciativa. 

"En Uruguay la propiedad de la tierra está mucho más concentrada que el ingreso. Mientras que el 10% de la población más rica recibe el 30% del ingreso de todo el país, el 10% de los productores más grandes es propietario del 64% de la tierra.En los últimos 10 años el valor de la hectárea se multiplicó por 4,2, pasando (a valores de 2009) de US$ 740 a US$ 3.114, situación que no se reflejó en la carga tributaria del sector, ni en el valor de la contribución inmobiliaria. Si la contribución hubiese acompañado la valorización real de la tierra, el pago actual debería ser de US$ 16 por hectárea y no los US$ 4 que actualmente se tributan", dice el comunicado de la Presidencia.

El título de ese artículo es: "Sólo se pretende gravar la concentración de la tierra".

 

LAS ALTERNATIVA. La propuesta alternativa de Astori es que el nuevo  impuesto al agro -que se destinará a obras de infraestructura- no se cobre tomando como base la cantidad de hectáreas que tiene cada productor, sino gravando las ganancias que obtienen.

Esta propuesta paralela, que será entregada por escrito la próxima semana al resto del gobierno, cuenta con el apoyo de los ruralistas.

El concepto que hay detrás de esta idea, es que no se puede cobrar un impuesto fijo sin tomar en cuenta otras condiciones que hacen al modelo del negocio. Lo que dicen, es que si pasa esta bonanza económica y vienen malos tiempos el impuesto quedará y deberán pagarlo igual.

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