El extécnico de la selección uruguaya de básquetbol, Marcelo Signorelli, admitió que los roces con la estrella del equipo Esteban Batista fueron determinantes para que el presidente de la federación Ricardo Vairo lo cesara del cargo.
El cese de Signorelli: ¿por qué el básquet no puede tener un "Proceso Tabárez"?
El deporte se había propuesto reproducir el éxito en el fútbol. Pero los roces entre jugadores,técnicos y dirigentes ponen en evidencia un ambiente difícil
Según el suplemento Referí, con Vairo también tenía discrepancias sobre metodología de trabajo, en tanto con Batista el diálogo era inexistente luego que el coach resolviera darle el capitanato a Bruno Fitipaldo.
Signorelli dijo que esperaba el cese pero no ahora, cuando Uruguay está bien posicionado en las eliminatorias para China 2019, y tras el resonante triunfo ante México.
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La relación venía con cierto desgaste desde que en un vuelo a Las Vegas, Signorelli, su asistente Federico Camiña y un delegado utilizaron los asientos de primera clase destinados a los jugadores más altos del plantel.
El entrenador pidió disculpas luego y explicó que no era su intención quedarse allí y que se durmió de manera muy profunda.
El gesto cayó mal en el plantel, aunque Signorelli niega que la mala relación haya seguido.
De lo contrario los jugadores no hubieran respondido como lo hicieron ante México", explicó en Sport 890.
Tras un año de gestión, el cese de Signorelli deja en evidencia los problemas que tiene el básquetbol para recrear un ámbito similar al que el fútbol consiguió con el "proceso Tabárez".
DESFILE DE TÉCNICOS
El último ciclo duradero fue el de Gerardo Jauri entre 2008 y 2012.
Pablo López, el español Mateo Rubio y el argentino Adrián Capelli pasaron desde entonces pero no lograron consolidarse en el cargo.
En el caso de López también fue por un problema con un jugador determinante como Leandro García Morales, quien renunció a jugar mientras siguiera al frente el entrenador de Malvín.
García Morales tildó de "amateur" el enfoque de trabajo y criticó la preparación física, entre otros puntos.
Rubio fue contratado para jugar los Juegos Odesur, pero al final Uruguay renunció a ir.
Esperaba para jugar el Sudamericano. Nunca fue informado oficialmente de su cese.
Adrián Capelli fue "bochado" por la gremial de entrenadores, ya que se entendía que no cubría todos los requisitos (por ejemplo, un podio olímpico) que se aspiraba con la contratación del entrenador.
También se sufrieron otros contratiempos y renuncias por roces personales. Uno de los casos más notorios es el de Jayson Granger, figura en España.
Después de mucho tiempo sin dar explicaciones, contó en una entrevista que se negaba a jugar por la celeste por problemas con Ney Castillo, expresidente de FUBB.
En ese sentido, recordó las trabas que le pusieron cuando emigró al exterior siendo un adolescente. Pidió que no lo citaran más.
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