El asesino de Orlando era “inestable y lleno de odio”

Estaba divorciado y era padre de un niño de tres años. Pese a ser investigado por el FBI, pudo comprar armas de alto calibre.

Omar Siddique Mateen, era un estadounidense de origen afgano, tenía 29 años de dad, residía en Port Saint Lucie, una localidad costera situada a unos 200 kilómetros al sur de Orlando.

Su ficha policial del FBI, a la que ha tenido indica que se encontraba en su radar como un posible simpatizante del Estado Islámico y que se había indagado en torno a su persona dentro de antiguas investigaciones realizadas sobre terrorismo. Según explicó la agencia, las expresiones de odio del sospechoso llevaron a investigarle en 2013 y en 2014. En ambas ocasiones los investigadores llegaron a entrevistarse con él, pero no hallaron pruebas concluyentes de sus intenciones.

Pese a las entrevistas el sospechoso compró varias armas y justo antes de la masacre llamó al teléfono de emergencias, el 911.

Mateen estaba divorciado y era padre de un niño de tres años. Trabajaba como guardia de seguridad en la empresa G4S y tenía permiso para portar armas.

La compañía de seguridad británica tiene clientes en más de cien países, incluido el Gobierno de Estados Unidos.

"No era una persona estable", declaró la ex esposa al diario The Washington Post.

"Me golpeaba. Venía a casa y empezaba a golpearme porque las tareas domésticas no estaba acabadas o cosas así", afirmó la mujer, que conoció al sospechoso hace ocho años en internet y decidió mudarse a Florida para casarse con él en marzo de 2009.

Al principio de los pocos meses que estuvieron casados, "él parecía una persona normal" hasta que se tornó violento, indicó, al precisar que su marido no era muy religioso y hacía ejercicio en el gimnasio con frecuencia.

La pareja se divorció en 2011 después de que los padres de ella supieran de los maltratos y la ayudaran a abandonar la casa. El matrimonio duró solo unos meses.

En el diario Los Ángeles Times habló con un excompañero de trabajo llamado Daniel Gilroy, de 44 años, quien dijo que Mateen "era peligroso, no le gustaban los negros, las mujeres, las lesbianas ni los judíos". Este testigo asegura que llamó la atención a sus jefes sobre el comportamiento de Mateen y no le hicieron caso.

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