Angeles Rawson tenía 16 años. Con 9 de promedio, era una de las mejores estudiantes del colegio Virgen del Valle, en Colegiales.
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El asesinato de una adolescente conmueve a Buenos Aires
Ángeles Rawson, de 16 años, era una estudiante excelente, una compañera adorada y una hija ejemplar. Apareció violada en un basurero. La pista del celular
Todos le decían Mumi. Le encantaba el animé. Su principal era Shankikun de la serie One Piece. Como toda fanática de los dibujos japoneses iba a encuentros de cosplay, donde los aficionados se disfrazan como los personajes y comparten experiencias.
Vivía en Palermo, uno de los mejores barrios de Buenos Aires. Era una joven porteña normal. El gran problema que había atravesado en su vida era la separación de sus padres. Los fines de semana no iba a bailes, los pasaba con su padre. Además, era una talentosa cantante, según los compañeros de clase. Su grupo preferido era Linkin Park. Este fanatismo solo competía con el de sus dos gatos.
Todo lo demás parecía discurrir por los carriles normales, hasta que su cadáver fue descubierto ayer en un basurero a pocas cuadras del instituto. En su cuerpo había señales de haber sido estrangulada y violada.
La estudiante había salido de gimnasia sobre las 9.45 de la mañana del lunes. Fue la última vez que sus amigas la vieron con vida. Estaban en la esquina de Costa Rica y Dorrego, a una cuadra del colegio, cuando Ángeles dijo: “voy a comer y vuelvo”.
Qué pasó después es un misterio para la Policía y su familia. Que una muchacha nada problemática desaparezca de esa manera puso en alerta a la polarizada sociedad argentina, que en los foros de internet y en los medios buscan culpables entre políticos y autoridades de gobierno en general. Cada uno desde su posición, como ocurre en casi todos los temas que revistan la agenda argentina.
El hecho de que el o los asesinos la hayan dejado en un predio de coordinación ecológica de Ceamse en un dato relevante para la Policía.
Florencia Habbegger fue la última persona que la vio con vida. En declaraciones a C5N, aseguró que Ángeles "era muy precavida con quien se juntaba", y que "no andaba en la calle de noche".
Según informa el diario La Nación esta mañana, los vecinos que viven en las cercanías de la Ceamse están shockeados por su muerte. Cristina Tascón tiene 62 años y hace 40 que vive en el barrio. "Robos hay todos los días. Pero esto no", dice la mujer.
La familia creyó que Ángeles estaba en el colegio. Así que hasta la tardecita no se preocupó. Era parte de la rutina. Sin embargo, ya estaba muerta. La Policía tiene un informe de la compañía de telefonía celular que da pistas claves. A las 9.43, apenas unos minutos después de despedirse de sus amigas, desde el teléfono de Ángeles se hizo una llamada a una institución bancaria que duró 10 minutos.
A las 10.59 horas, se hizo una recarga virtual de 50 pesos argentinos al mismo celular. Y a las 21.49, el aparato se apagó, según un informe de la agencia Télam.
La planta de Ceamse fue allanada anoche. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, visitó a la familia Rawson para ponerse a las órdenes y asegurarles que tendrían todo el apoyo del gobierno nacional.
Afuera, amigos y vecinos se manifestaron por Colegiales. La abuela de la víctima habló con los medios y tiró una frase para quien corresponda: “Que no vuelva a haber más Ángeles".
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