El 20 de mayo dejó varias heridas por curar en la izquierda

La "indisciplina" de un diputado, el rechazo a la anulación de la Caducidad, los cambios de Mujica y las 100 mil personas de la marcha del silencio marcaron el día.

 

Históricamente los 20 de mayo son días de mucho simbolismo para la izquierda. Una fecha como esa, pero de 1976, la dictadura uruguaya mató en Argentina al entonces frenteamplista Zelmar Michelini, el blanco Héctor Gutiérrez Ruiz y los tupamaros Rosario Barredo y William Whitelaw.

Desde la década de los 90 esta marcha se transformó en una tradición, organizada por Familiares de Detenidos Desaparecidos, recordando a todas las personas muertas y desaparecidas por esa dictadura. 

Pero este 2011, el día tuvo otros condimentos que le dieron más tensión a la fecha. Cuando el Frente Amplio decidió anular la ley de Caducidad quiso hacer coincidir la votación con la tradicional marcha. Sin embargo, el desacato de un diputado frenteamplista hizo que la iniciativa no prosperaba.

Pero el fracaso de anulación de la Caducidad en el Parlamento no les hizo bajar los brazos a los militantes, sino que por el contrario los motivó más. La marcha de este viernes fue una de las más multitudinaria de los últimos tiempos. Según estimaciones primarias del Ministerio del Interior participaron allí unas 100.000 personas. 

La consigna fue "Verdad y Justicia. Derecho de todos. Responsabilidad del Estado". A diferencia de los últimos años no estuvo presente en la misma el presidente, José Mujica, que pasó su cumpleaños en Colonia (ver nota vinculada).

 

EL DESACATO.  Según reconocen la mayoría de los dirigentes frenteamplistas, el partido de gobierno está pasando por una crisis importante, que tiene principalemente base en una falta de liderazgo sólida. Una muestra más de esta crisis se evidenció en la madrugada del viernes, cuando a las 5.30 de la madrugada la Cámara de Diputados rechazaba la iniciativa para dejar sin efecto la ley de Caducidad.  

Pese a que la iniciativa tenía el mandato del Plenario del FA, el diputado Víctor Semproni rechazó la iniciativa y agravó la crisis. 

Las lecturas son variadas. Tras la jugada de Mujica, que acompañado por el vicepresidente Danilo Astori buscó frenar la aprobación de esa iniciativa, el Plenario ratificó la decisión de sancionarla. Eso fue entendido como un desacato del FA a sus líderes. 

Por ello, para el politólogo Adolfo Garcé, "Semproni salvó el liderazgo presidencial" (ver nota vinculada). 

Mujica este viernes dijo que "fue una pena que no se haya redondeado la decisión" de anular la ley y aseguró que ese "es un tema pendiente". El presidente manifestó que "va a haber alguna respuesta" para solucionar el tema con la ley. Dijo, de todas formas, que lo que más le preocupa son "los familiares" que "hace mucho que pelean por saber donde están sus huesos queridos".

Ahora, el Frente Amplio empezará un proceso de autocrítica. Durante la  sesión, varios legisladores del oficialismo reconocieron que la fuerza política debe hacer una autocrítica del camino elegido para anular la ley. Además, esto se suma a todo el debate que ya lleva adelante la izquierda sobre la organización interna.

El debate, incluirá también qué hacer con la ley de Caducidad. Los comunistas, el PVP y el Nuevo Espacio afirman que se debe desterrar. Ahora queda la incógnita de cuál será el camino elegido por el MPP y Asamblea Uruguay.

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