En medio de cajas y la nostalgia de cada sala, Cinemateca Uruguaya se despide de sus antiguas instalaciones para empezar una nueva historia desde diciembre.
Cinemateca se muda conservando su historia
Cinemateca Uruguaya prepara su gran mudanza para la nueva sede en Ciudad Vieja. Tendrá tres salas, en un edificio que concentra lo histórico y lo moderno del cine.
La moderna sede en construcción final está ubicada en Bartolomé Mitre y Reconquista.
La coordinadora general de Cinemateca, María José Santacreu contó a Subrayado, que el grupo se encuentra en medio de una mezcla de sensaciones: por un lado la inmensa alegría de poder tener las nuevas salas -acotó una de las mujeres- pero por otro lado es dejar esa gran historia que congregó a la mayoría de los montevideanos y a gente del interior que llega a las salas.
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Pero afirma que lo que prima es la alegría, porque se les abre una perspectiva muy buena, pudiendo pasar cine en las mejores condiciones y las películas que le importan a Cinemateca Uruguaya.
Potenciará la función que tienen, que es traer un cine diferente para ponerlo al alcance de todos.
La inauguración está prevista para el 6 de diciembre, pero están a la espera de la llegada de equipos. Tendrá tres salas y una capacidad para 400 butacas, pasarán películas de estreno y de repertorio, porque una de las salas permite el regreso de las proyecciones de películas de 35 milímetros a Montevideo.
Santacreu asegura que es un poco paradójico esto, ya que la nueva sala permite pasar lo viejo con la mejor tecnología.
Serán dos salas a futuro las que tendrán este servicio.
Esto le da sentido al cambio porque permite conservar el archivo de 20 mil películas que tiene Cinemateca. Conjugarán estrenos y festivales, con filmes en su formato original.
Las salas que quedan vacías pero cargadas de historia volverán a sus dueños, ya que son alquiladas.
Las autoridades de Cinemateca esperan que el destino que le den a esas salas tenga en cuenta la historia que cargan, ya que cada una tiene su particularidad.
Cinemateca Pocitos es la más antigua; luego está Cinemateca 18 que se guarda como el último lugar donde cantó Carlos Gardel en Montevideo y supo tener a Federico García Lorca en una conferencia, mientras que la sede de Lorenzo Carnelli tiene su historia en la dictadura: fue un lugar de resistencia y encuentro con complicidad de la gente que llegaba a ver cine y tenía una idea común sobre política.
El archivo fílmico nació en 1952 por la unión de dos cine clubes para poder tener películas propias y no depender de coleccionista. Así nace, con un núcleo de filmes del fundador Walther Dassori.
Luego el director histórico de Cinemateca, Manuel Martínez Carril -crítico de cine, periodista y profesor uruguayo- confirma que el proyecto nació con las películas que Dassori guardaba en un depósito de carbón.
Martínez Carril empezó a trabajar cargando las cintas de Dassori.
Su coordinadora actual destaca que esto permanece gracias al apoyo de los uruguayos y que no hay conciencia de cuando uno dice Cinemateca Uruguaya, se sepa de lo que se está hablando y de las anécdotas que cada sala tiene, como la dedicación de un cuplé por parte de una murga.
De cara al nuevo proyecto, Cinemateca abrió una propuesta para socio re-fundador, apunta a la llegada de nuevos involucrados y a acercar a los viejos socios que pasaron alguna vez por las instalaciones. Habrá beneficios.
Para el lanzamiento se realizará una apertura con el centenario del guionista y director sueco Ingmar Bergman, director emblemático para Cinematec. Se dice que Bergman fue “descubierto” en los encuentros de cine de Punta del Este de 1952.
También se realizará el Festival de Cine Radical con once películas, que incluyen uruguayas y habrá dos estrenos que traerán a sus directores, una brasileña y una francesa.
La nueva Cinemateca Uruguaya en Ciudad Vieja reproducirá seis películas diferentes a diario.
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