China se comprometió a invertir en Uruguay US$ 150 millones

Kreimerman viajó a la megalópolis de Chongqing (30 millones de habitantes) sede central del grupo Lifan, que cuenta en San José (sur) con una planta de ensamblado de los modelos Lifan 320 y Lifan 620, y que exporta mayoritariamente a Brasil, y fabricará motores (ahora los lleva de China) con la inversión ahora anunciada.

"Uruguay puede convertirse en polo de automoción, pues también se fabrican coreanos, japoneses y franceses, ya que Mercosur permite la exportación con acceso preferencial a los mercados, siempre con contenido regional progresivo", destacó.(

Según dijo hoy Kreimerman a Efe, "hemos avanzado mucho en el viaje", concluido hoy, junto a su delegación integrada por la directora general para Asuntos Económicos del ministerio de Relaciones Internacionales, Ana Teresa Ayala, el Secretario de Energía, Ramón Méndez, y el director nacional de Industrias, Sebastián Torres.

En Pekín, el ministro ofreció a la Administración Nacional de Energía de China y al gigante CNOOC (China National Offshore Oil Corp) participar en la construcción de la planta regasificadora, que acordada hace un año con Argentina con costes al 50 por ciento, recibirá y distribuirá gas licuado desde Arroyo Solis Grande.

Montevideo considera que China cuenta con la tecnología y aunque se acordó que CNOOC no se unirá al proyecto, la posibilidad quedó abierta al Citic Group (44 grandes empresas), también para plantas químicas que fabriquen fertilizantes.

"Exploramos también la cooperación en energía solar. Uruguay se fijó que para el 2015 que el 50 por ciento de la energía sea limpia y ya es fuerte en eólica, biomasa (deshechos de la madera) y biocombustible. Deseamos que China, líder mundial en precios, invierta en plantas de colectores solares", añadió.

Según el ministro, el objetivo es buscar la mayor diversificación de la producción en todos los sectores, lo más posible con valor añadido y con el objetivo de crear empleo.

China es el segundo socio comercial de Uruguay con intercambios de 3.000 millones de dólares y ventas uruguayas de soja, madera, carne o lana y compras de automóviles, equipamientos y electrónica.

"Si China crece al 9,1 por ciento, Uruguay lo hace al 6,2 por ciento, tras triplicar la exportación de bienes y servicios diversificados a más de un centenar de países. China necesita suministros estables, pero nuestro objetivo de elaborar con valor añadido, creando empleo, para exportar a terceros países", añadió.

"Mi reunión con el ministro de Industria y Tecnología de la Información, Miao Wei, fue excelente y quedamos también en explorar otras áreas como la complementariedad en software (en el que la empresa uruguaya "Artech" se abre mercado en China)", añadió.

Según Kreimerman, "China se está convirtiendo en un gran productor de software y mediante la cooperación podremos desarrollar productos juntos".

América Latina es un mercado de gran crecimiento para los vehículos chinos con 500.000 en 2011, principalmente a Brasil, Colombia, Perú, Argentina, Chile o Perú, y con 16 marcas, como Chery, Foton, Great Wall o Geely.

En China, decenas de fabricantes son controlados por empresas estatales y gobiernos regionales o locales y compiten con los privados.