Capriles, el joven gobernador que quiere hacer época
Soltero, descendiente de judíos y de empresarios de cadenas de televisión y cine. Prometió aumentar el salario mínimo y terminar con el regalo de recursos petroleros
Con apenas 40 años, Capriles acumula una larga carrera política que le llevó a ser elegido dos veces gobernador de Miranda, presidente de la Cámara de Diputados y alcalde, lo que lo convirtió en el candidato opositor con mayor número de victorias en las urnas, aunque no pudo vencer a Hugo Chávez.
Descendiente de judíos del gueto de Varsovia y biznieto de víctimas del campo de exterminio de Treblinka, Capriles se declara católico practicante y mantiene un discurso en el que trata de alejarse de los radicales de la oposición y del oficialismo chavista.
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Nunca tuvo problema en reconocer la necesidad de mantener los programas sociales de Chávez, además de subrayar la necesidad de ir al grano, asegurando que él, a diferencia del fallecido presidente venezolano, no iba a estar hablando durante horas en la televisión.
"Nicolás en cien días está acabando con los 14 años del presidente de la República (Chávez) ¿Ustedes se imaginan seis años de esto?. Ellos no están gobernando, están destruyendo Venezuela", afirmó el candidato opositor durante la campaña.
Capriles pertenece a la clase alta caraqueña. Por lado paterno forma parte de una familia de dueños de medios de comunicación y empresas inmobiliarias, entre otros intereses, y por la parte materna sus parientes poseen un importante complejo de salas de cine.
Aunque sus apellidos están asociados al poder empresarial, él procuró desvincularse de una imagen elitista o poderosa para captar simpatías entre las clases más desposeídas.
Pese a su juventud, cuenta con un grueso currículum político.
Es gobernador de Miranda, estado que abarca parte de Caracas y es uno de los más importantes de Venezuela, cargo en el que fue reelegido en diciembre pasado tras vencer a Elías Jaua, delfín de Chávez.
Antes había hecho lo mismo con Diosdado Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional.
Fue dos veces alcalde del municipio caraqueño de Baruta y hace 14 años se convirtió en el presidente más joven de la desaparecida Cámara de Diputados.
Es militante del partido Primero Justicia prácticamente desde su fundación y se mantuvo en esta organización política, que se erigió como una de las principales de la oposición desde el año 2000.
No está casado y tampoco tiene hijos.
Sus detractores lo acusan de "inacción" durante el ataque que sufrió la embajada de Cuba en Caracas por parte de radicales antichavistas durante el golpe de Estado que sacó a Chávez del poder dos días en abril de 2002.
El entonces embajador cubano en Venezuela, Germán Sánchez, afirmó que Capriles, que en esa época era alcalde de la zona donde se encuentra la sede diplomática, no intentó evitar las agresiones y destrozos, que alcanzaron a automóviles e incluyeron el corte de electricidad y agua a la legación.
Aquellas acusaciones terminaron con su encarcelamiento 119 días y su caso llegó hasta el final de la vía judicial, donde Capriles fue exonerado de culpa.
Durante la campaña, Capriles recorrió el país de punta a punta con un discurso en el que no escatimó en críticas al Gobierno por la inseguridad, la falta de productividad en el país, problemas de educación y la corrupción.
Prometió aumentar el salario mínimo, dar oportunidades a todos sin importar su color político y acabar con el regalo de los recursos petroleros del país.
Seis meses después de ser derrotado por Chávez por el menor margen con que el cayeron todos sus contrincantes desde 1999 (7,96 millones de votos -55,5 %- frente a 6,42 millones -44,39 %), Capriles volvió a ponerse al frente de las esperanzas opositoras.
Fuente: EFE
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