TRES PROBLEMAS EN TRES DÍAS

Cancillería elevó a Fiscalía denuncias de acoso, violencia y discriminación a diplomáticas

El sindicato de funcionarios le llevó una carta con las denuncias a la viceministra Carolina Ache, quien elevó la nota al canciller Francisco Bustillo.

El Ministerio de Relaciones Exteriores elevó a la Fiscalía General de la Nación una serie de denuncias “de acoso, violencia verbal y discriminación” sufrida “a lo largo del tiempo por funcionarias diplomáticas”, dice un comunicado publicado este miércoles por la Cancillería.

Las denuncias fueron presentadas por el sindicato de funcionarios del servicio exterior (AFUSEU) ante la viceministra Carolina Ache, quien a su vez las elevó al canciller Francisco Bustillo, dice el comunicado.

“Esta administración del Ministerio de RREE viene trabajando en el tema género de forma constante y las denuncias generan honda preocupación. A raíz de esta situación, el canciller Bustillo se comunicó esta mañana con el Fiscal de Corte Jorge Díaz, la directora de InMujeres, Mónica Bottero y con María Noel Vaeza, Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, a fin de poner en conocimiento la situación denunciada”, indica el comunicado.

“A su vez, el ministro Bustillo avanzará junto con la subsecretaria Carolina Ache, quien preside la Comisión de Género, en evaluar medidas a corto plazo para la erradicación definitiva de este tipo de conductas en la Cancillería”, finaliza el texto oficial.

ALMUERZO Y ENGRAMPADORAS

Las denuncias de acoso, violencia y discriminación se conocen luego de dos episodios que tuvieron a la Cancillería en el ojo de la tormenta y las críticas esta semana.

El lunes se supo que un almuerzo que mantuvo Bustillo con la ministra de Economía Azucena Arbeleche a fines de febrero, y del que participaron en total 12 personas, tuvo un costo individual (por plato) de 2.500 pesos. En total, con otros gastos, como un centro de mesa especial, el almuerzo costó 38.000 pesos. Fue encargado al restaurante La Corte de Ciudad Vieja.

Tras la polémica política que generó, con críticas por parte de un diputado del Frente Amplio, el canciller envió una nota al director de asuntos técnico-administrativos de la Cancillería para recordarle que ese almuerzo debía ser imputado al ministro y no al Ministerio. Según la nota, a la que accedieron varios medios, Bustillo se hizo cargo del costo del almuerzo.

Tras este episodio, el martes se supo que la Cancillería había comprado, a fines de enero, 10 engrampadoras electrónicas por 4.000 dólares en total.

Conocido el costo de la compra y la cantidad de las máquinas adquiridas, Bustillo ordenó una investigación administrativa para determinar eventuales irregularidades y responsabiliades.

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