Bruno vive en un apartamento por la calle Montero, en Punta Carretas, justo detrás del edificio donde ocurrió la explosión, la onda expansiva fue importante y llegó a su casa.
Bruno estaba sentándose a trabajar cuando explotaron los vidrios al lado; así quedó la casa
El edificio está en la misma manzana que el del apartamento donde ocurrió la explosión. La familia deberá dejar la casa hasta que sea un lugar seguro para habitar.
“Cuando me senté en la computadora a trabajar, explotó todo. Fue así, se me vino la cortina encima. Yo digo que me protegió de los vidrios”, compartió Bruno.
Las paredes de la casa quedaron picadas, los vidrios, contenidos por la tela, en el piso. En el resto de la casa, todas las ventanas reventaron.
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Bruno contó también que todos los días suele ver al vecino del apartamento más afectado sentándose frente a la ventana en la que él trabaja, para leer. “Hacemos lo mismo al mismo tiempo”, detalló.
Óscar, padre de Bruno, agregó: “Nos salvamos porque nos salvamos”. Hacía unos minutos estaban sentados en el sofá que quedó cubierto de vidrios. Al ruido lo describió como “espantoso, como una bomba”. Deberán mudarse por un tiempo, hasta que las obras de reparación estén terminadas.
Para Graciela, la madre de Bruno, el ruido no le pareció “tan grande para lo que fue la explosión”. “Estamos bien, eso es lo principal”, agregó.
Otro vecino de la calle Montero dijo que en este momento lo que siente es estrés. Vive con su madre, septuagenaria. Su familia, que vive en el mismo edificio, están bien.
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