Banco Mundial alerta por incremento del crimen organizado en América Latina, con tasa de homicidios ocho veces superior al promedio mundial

Violencia y criminalidad

“La región enfrenta niveles alarmantemente altos de violencia letal vinculada al crimen organizado. Las tasas de victimización son tres veces superiores al promedio mundial, y las tasas de homicidios son ocho veces superiores”, señala el reporte, que describe “varios factores que contribuyen al auge del crimen organizado, incluyendo la creciente demanda mundial de bienes ilegales, intervenciones gubernamentales que han reconfigurado las redes criminales y la pandemia de Covid-19, que permitió a estos grupos consolidar su poder en zonas donde la presencia estatal es débil”.

“El crimen organizado está proliferando rápidamente en toda la región, trascendiendo las fronteras nacionales y convirtiéndose en una amenaza generalizada. Este ya no es un problema aislado; exige un diálogo regional y global para impulsar soluciones y movilizar nuestra experiencia y recursos colectivos”, dijo en la presentación Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.

“Amenaza a la seguridad pública”

El informe del Banco Mundial advierte que este crecimiento del crimen organizado “amenaza la seguridad pública, frena el crecimiento económico y erosiona la integridad de las instituciones públicas”.

“La incertidumbre en torno a los derechos de propiedad, la extorsión desenfrenada y la inseguridad generalizada incrementan los costos de transacción para las empresas, socavando la competitividad. Además, el desvío de recursos de seguridad pública desde servicios esenciales como la salud y la educación, suponen una carga para países que ya enfrentan un alto nivel de deuda y desafíos fiscales”, agrega el reporte.

“Combatir la delincuencia organizada no es solo una cuestión de aplicación de la ley; es una prioridad de desarrollo. Debilita la gobernanza, distorsiona la inversión y exacerba la desigualdad. Debemos abordar este problema de inmediato para evitar que se convierta en un lastre permanente para el crecimiento”, afirmó por su parte William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.

Medidas a tomar

Según este informe, el Bando Mundial “insta a consolidar una agenda diseñada para fortalecer la capacidad del Estado contra la delincuencia organizada, incluyendo reformas policiales, la mejora de los sistemas penitenciarios y el fortalecimiento de los procesos judiciales. Para lograr el crecimiento y el desarrollo en la región es clave contar con instituciones bien equipadas”.

Por último, se indica en el informe que “las políticas económicas también desempeñan un papel crucial en la lucha contra la delincuencia organizada, promoviendo el crecimiento y las reformas generadoras de empleo, a la vez que ofrecen a los jóvenes opciones a través de una mejor educación y formación profesional. Estas iniciativas aumentan el costo de oportunidad de la delincuencia, reduciendo su oferta laboral”.