Avanza investigación de accidente de avión ruso y sigue búsqueda de víctimas

Rusia y El Cairo ponen en duda la reivindicación del Estado Islámico, que aseguró haberlo derribado en represalia por bombardeos en Siria

Al mismo tiempo, las autoridades ampliaron el perímetro de búsqueda de las víctimas en la zona montañosa donce cayó el Airbus A321-200 de la compañia rusa Metrojet.

Los rusos cumplían este domingo una jornada de duelo nacional en memoria de los 224 fallecidos, de entre 10 meses y 77 años de edad. Las banderas de los edificios oficiales estaban a media asta y las televisiones no emitían programas de entretenimiento.

El canal de televisión estatal Rossiya 24 interrumpía a menudo sus emisiones para guardar un minuto de silencio o para mostrar fotos de las víctimas de la tragedia aérea.

Según el Gobierno egipcio, entre los pasajeros del avión había 214 rusos y tres ucranianos, además de siete tripulantes.

El avión había despegado al amanecer de la ciudad balneario rusa de Charm al Cheij con dirección a San Petersburgo, y perdió el contacto 23 minutos después.

Un miembro del ejército que participaba en las labores de rescate dijo este domingo a AFP que el perímetro de búsqueda se había ampliado a 15 kilómetros.

"Encontramos a una niña de 3 años a 8 kilómetros" del lugar donde cayó el trozo más grande de la carcasa del avión, explicó a AFP el militar, bajo condición de anonimato, desde la base de Al Hasana, a unos 60 kilómetros del lugar del impacto del avión de la aerolínea Kogalymavia, que operaba con el nombre Metrojet.

Según el agente, por el momento se han encontrado 163 cuerpos.

Para los expertos, el hecho de que hubiera restos del fuselaje y cuerpos en un radio de 8 kilómetros indica a priori que el A321 no golpeó el suelo en una sola pieza, sino que se habría desmontado o estallado en el aire.

Tanto Moscú como El Cairo ponen en duda la reivindicación de la rama egipcia del grupo Estado Islámico (EI), que el sábado aseguró que lo había derribado en represalia por los bombardeos rusos en Siria, aunque sin explicar cómo.

El primer ministro egipcio, Sharif Ismail, indicó que los expertos habían confirmado que el grupo yihadista no disponía de los medios necesarios para derribar el Airbus A321 que estaba volando a 30.000 pies (unos 9.000 metros) de altura cuando cayó, y el ministro ruso de Transportes, Maxim Sokolov, declaró que la reivindicación no podía "considerarse exacta".

Sokolov llegó este domingo con un equipo ruso al lugar donde se encontraba el fuselaje del aparato, informó la prensa oficial rusa. A lo largo de la jornada también se espera que lleguen a Egipto asesores técnicos de Airbus e investigadores de Francia y Alemania.

Alcanzar un avión a 30.000 pies de altitud "requiere gente entrenada y equipos que, por lo que yo sé, el EI no tiene", indicó Jean-Paul Trodec, exdirector del BEA, el organismo francés encargado de investigar incidentes aéreos.

A la espera del análisis de las cajas negras, no se descarta la idea de una bomba a bordo del avión, pero para los expertos la causa más probable es un error humano.

Un agente del control aéreo egipcio había dicho que el piloto le indicó que tenía problemas de comunicación, pero el ministro de Aviación Civil, Mohamed Hosam Kamal, aseguró que las comunicaciones habían sido "normales".

"No hubo nada anormal (...) y el piloto no solicitó cambiar la ruta del avión", aseguró.

Kogalymavia publicó un comunicado en el que expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y defendió al piloto, Valery Nemov, quien dijo que tenía más de 12.000 horas de experiencia en vuelo.

La agencia rusa de aviación, Rosaviatsia, dijo que "no hay razones para pensar que la causa del desastre fuera un problema técnico o un error de la tripulación".

 

Foto y Texto: AFP

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