Así fue el copamiento de los "carteros" a la casa de Carrasco

También tenían gorras de El Correo y llevaban paquetes con el logo de la empresa pública. Toda la puesta en escena era para hacerle creer a quien atendiera la puerta que tenían una encomienda para el dueño de casa, según se desprende del dictamen de la fiscal Stella Llorente.

El robo a la casa fue “entregado”, según dijo uno de los delincuentes a las víctimas. Tenían “información” de quién vivía en la casa y que allí encontrarían joyas y dinero.

LOS DETALLES

“Es así que tras tocar timbre son atendidos por la empleada domestica MP, quien vio estacionada en la puerta la camioneta con el logo del Correo, y a C. (uno de los delincuentes) llevando un carro con dos cajas con pegotines del Correo simulando que era un encomienda, conteniendo una de ellas leña y la otra bloques, así como una planilla del correo en la mano con anotaciones de direcciones, manifestándole que tenían una envío para su patrón AM”, dice el dictamen fiscal.

“La empleada, luego de comunicarse con la denunciante H., y firmar un planilla donde figuraba el nombre de M., les franqueó el ingreso. C. fue detrás de P. y una vez en el garage le apuntó con un arma de fuego tipo revolver en el pecho, manifestándole que ingresara a la casa, que iban a esperar a sus patrones. En el interior del domicilio se encontraba también el carpintero M.B. a quien C. amenazó y ato sus manos hacia atrás con un pedazo de cable que le hizo cortar a el mismo”, continúa el relato.

“F. (el segundo delincuente) por su parte se quedó sentado en el muro de la casa vigilando a NM, quien estaba cortando el pasto en el frente, para luego dirigirse hacia el costado de la finca donde se encontraba su esposo SV haciendo la misma tarea, a quien apuntó con un revolver calibre 38 exigiéndole que llamara a su esposa, porque sino 'los iba a quemar'”, escribe la fiscal.

“Cuando M. ante los gritos de su esposo se acercó, F. les dijo que era un asalto, que quería dinero que estaba todo entregado, llevándolos al interior de la finca junto a las otras personas que ya estaban reducidas, colocándole el imputado precintos que llevaba en una bolsa en las manos de todas la victimas y a V. también en los pies, e incluso otro a B., que ya estaba atado, C. llevo a P. a los dormitorios ubicados en la planta alta en busca de joyas y dinero, donde se hizo de alhajas, de varias chequeras y relojes que coloco en una funda, y F. permaneció cuidando a los otros en el comedor”, agrega.

“Mientras se estaba cometiendo el atraco, un vecino toco el timbre por lo que P. fue obligada por C.

a decirle que estaba todo bien, logrando que se retirara del lugar, luego de lo cual continuó revisando los otros dormitorios, tomo otra funda y coloco en la misma las alhajas de la hija de la denunciante”, indica la fiscal.

“Cuando habían transcurrido aproximadamente 30 minutos de estar reducidos y atados, la Policía que fue alertada por un vecino que llamo al 911, se presentó en el lugar por lo que F. comenzó a gritarle a su compañero “P., P., la Policía” , por lo que proceden ambos a huir del lugar por los fondos de unas finca linderas , llevando solo una funda con la bijouteri de la hija de la denunciante, dejando abandonada la otra funda que tenían preparadas con las otras especies que se iban a llevar”, describe el texto judicial.

“Al arribo los funcionarios policiales pudieron ver a los imputados que se daban a la fuga por los techos de las fincas linderas, perdiéndolos de vista. Tras lo cual ingresaron a la casa encontrándose con la victimas que estaban intentando sacarse los precintos, ayudándololos a liberarse de sus ataduras”, agrega.

DOS HORAS DESPUÉS

“Se montó un operativo policial en la zona en procura de los autores, logrando luego de aproximadamente dos horas, y al ser alertados por los ladridos insistentes de unos canes que estaban en una finca lindera, ingresar al predio sito en (...). En el lugar avistaron en el galpón de la finca contigua, a los imputados agazapados escondidos detrás de unos matorrales, quienes ingresaron sin el consentimiento de sus moradores, logrando finalmente sus detenciones, ubicando en el predio un gorro con el logo del Correo”, cuneta la fiscal.

“Ya dentro del móvil policial, al detenido C. se le efectuó un registro por parte de los efectivos policiales encargados de su traslado, incautándole en el bolsillo izquierdo del pantalón un alhajero color plata con tres caravanas de color dorado, producto del robo. Asimismo, se incautó en el fondo de la finca lindera a la de las víctimas la funda con la bijouterie de la que se descartó C. en la huida”, finaliza el relato.