El arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, presidió este jueves santo una misa en la Fazenda de la Esperanza, donde recreó el lavatorio de los pies, tal cual como lo hizo Jesús con sus discípulos en la última cena. "Ese gesto es la manifestación del amor de Dios", dijo Sturla durante la homilía.
Agustín ingresó a la Fazenda de la Esperanza por problemas de adicción; hoy afirma que es una persona distinta
El cardenal Sturla presidió una misa en el centro de rehabilitación para jóvenes adictos y recreó la escena del lavatorio de pies de Jesús a sus discípulos.
En la misa habló del problema de las adicciones, ya que esta organización trabaja con personas adictas. El tratamiento en este centro, ubicado en Punta de Rieles, dura un año, y hoy en día 34 jóvenes participan en él.
Alfonso Boueres, coordinador de Fazenda de la Esperanza, contó a Subrayado que es una comunidad terapéutica a la que piden ayuda jóvenes con problemas de adicciones. "Son jóvenes que perdieron sentido de la vida", afirmó. Los jóvenes acuden con angustias, sufrimientos y heridas internas.
Agustín Carrasco, es exadicto y trabaja como voluntario. Llegó a Fazenda de la Esperanza a los 17 años por un problema de consumo de drogas. Vivía con sus padres y sus dos hermanas, pero llevaba una vida que "no daba más", según dijo a Subrayado. A raíz de su adicción, su familia se separó.
Boueres dijo que los jóvenes pasan por un proceso de la muerte a la vida, por etapas. Empiezan por la negación, luego aceptan su realidad y reconocen todos sus errores hasta llegar al autoperdón.
Para Agustín, lo más difícil fue despegarse del joven adicto que tenía actitudes negativas. Destacó la importancia de pedir ayuda, pero a su vez reconoció la dificultad de reconocer que la necesitaba. Hoy valora sus nuevas actitudes, ser una persona distinta, como él mismo se definió.
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