El estafador del Fonasa llegó a recaudar 60.000 dólares en un solo mes

Estaba preso desde enero por otra maniobra bancaria. Tiene 23 años, hizo su primera estafa a los 15 con la tarjeta del abuelo. No terminó ciclo básico

Cristian Alexander Martín Ferreira, el autor de la megaestafa al BPS a través de afiliaciones a mutualistas por el Fonasa, ya estaba preso desde enero por intentar una maniobra ante un banco por 10.000 dólares.

Ya detenido, el joven de 23 años confesó la estafa que estaba llevando a cabo contra el sistema de salud desde 2011, reclutando personas en asentamientos para afiliarlos a mutualistas a través de empresas truchas.

Aunque sus ingresos fueron variables, el cabecilla -el grupo estaba integrado por al menos tres personas- llegó a recaudar 60.000 dólares en un solo mes, según fuentes policiales.

En su casa de Paso Carrasco, encontraron 31.000 cédulas falsas de supuestos usuarios del Fondo Nacional de Salud.

Esa fue la punta del iceberg para hallar la red de empresas fantasmas, que eran abiertas y cerradas en un período de entre uno y seis meses. De ese modo, el joven evitaba que el BPS pudiera rastrearlo.

La Policía ya conocía Cristian desde que tenía 15 años y había usurpado la identidad de su abuelo para comprar con tarjeta de crédito.

Según los investigadores, el muchacho nunca terminó el ciclo blásico y tenía una fijación con vulnerar el sistema financiero.

La maniobra por la que cayó en enero fue más sencilla respecto a la que puso patas arriba el sistema de seguridad social.

Un error cometido en una operativa simple lo llevo a confesar el delito mayor.

El estafador hizo un giro falso a su novia a través de un pago electrónico en un banco.

Para ello utilizó tarjetas prepagas. Él y otras tres personas resultaron procesadas por el caso.

Registró el depósito en una cuenta corriente. Sin embargo, no había plata dentro del sobre.

La cómplice logró cobrar el dinero antes de que el banco pudiera percatarse de la maniobra.

UNA EXTENSA NÓMINA

La jueza Julia Staricco indagó a más de 50 personas por este caso.

Desde 2011, los tres cerebros de la operación reclutaban personas en asentamientos.

Pagaban entre 500 y más pesos para hacerlos pasar por empleados de empresas fantasmas.

El prestador de salud le pagaba al promotor -el estafador- 1.800 pesos por cada afiliado.

ILEGAL. La ley 18.131 que creó al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) prohíbe en su artículo 11 la ejecución de actos de intermediación lucrativa para captar socios para las mutualistas, esto supone penas de cárcel para quien pague o prometa pagar a los futuros socios dinero u otra ventaja equivalente a excepción de mejoras en las prestaciones asistenciales.

Tales actos “serán castigados con una pena de cuatro a veinticuatro meses de prisión”, según dice la ley.

Por su parte, el Ministerio de Salud Pública (MSP) o el Banco de Previsión Social (BPS) tienen la potestad de aplicar multas de hasta 1.000 Unidades Reajustables a aquellas instituciones que se hubieran beneficiado a consecuencia de la intermediación lucrativa.

En el caso de la maniobra millonaria en perjuicio del Fonasa que se viene investigando por parte de la justicia, las mutualistas en cuestión le pagaban al promotor por cada nuevo socio, pero señalaron no tener conocimiento de que a su vez el afiliado recibía plata.

El abogado asesor del MSP, Gumer Pérez, explicó a Subrayado que la línea entre la legalidad y el delito en este tema es muy fina.

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