Varios heridos en enfrentamientos entre mapuches y la Gendarmería argentina

Un grupo de 200 gendarmes se enfrentó a 20 indígenas, entre mujeres y niños. Las organizaciones de derechos humanos denuncian abusos.

Se reactivaron con virulencia los conflictos en la Patagonia argentina por las tierras de los mapuches.

Los pueblos originarios reclaman la propiedad de las tierras que ocuparon sus ancestros, y que fueron compradas por el empresario italiano Luciano Benetton en 1991, poseedor de 800.000 hectáreas patagónica.

Efectivos de la Gendarmería ingresaron dos veces a la zona donde resiste la comunidad mapuche Resistencia Cushamen, en Chubut, a 1.700 kilómetros de Buenos Aires.

A partir de una orden judicial que los habilitaba a despejar los obstáculos materiales que pudieran impedir el paso del tren, los gendarmes se enfrentaron con balas de goma y gases a la comunidad local, entre los que había mujeres y niños.

Según el gobierno local, fueron los indígenas los que comenzaron a disparar a los efectivos.

El saldo fue de nueve indígenas heridos, diez detenidos y cinco gendarmes lastimados.

La chispa que avivó el conflicto fue el tren La Trochita. En un principio, el circuito ferroviario fue ideado con carácter social y funcionaba para transportar gente de pueblo en pueblo, pero actualmente cumple un rol estrictamente turístico, con paquetes que rondan los 44 dólares.

Según relató a El País la vocera de la comunidad, Soraya Maicoño, la orden emitida por el juez Guido Otranto “habilitaba para que entren, saquen las barricas e identifiquen, pero entraron disparando balas de goma. Siete de nuestros guerreros los enfrentaron pero se vieron en desventaja y huyeron, aunque tres fueron detenidos", sostuvo. 

"Los golpearon salvajemente y los metieron en una ambulancia desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde sin asistencia médica. La gendarmería rodeó la casa donde estaban las mujeres y rompieron puertas, paredes y ventanas. Tomaron a las mujeres del pelo y las sacaron, las tiraron al suelo, las golpearon y las esposaron. Los niños rodeaban a sus madres presenciando toda la escena". Las mujeres permanecieron detenidos hasta que un abogado llegó con un habeas corpus.

Por su parte, el gobernador de Chubut argumentó que los mapuches le tiraron piedras a un helicóptero que se dirigía a apagar un incendio, y dijo que cuando la policía se retiraba los mapuches dispararon con armas de fuego.

Al día siguiente, según relatan los mapuches, llegó una camioneta de la que bajaron diez gendarmes con armas blancas, que se pusieron a disparar.

Según la vocera de la comunidad, uno gritó “hay que matar a alguno”. 

Los dos heridos con balas, Fausto Jones Huala y Emilio Jones, pertenecen a la comunidad Resistencia Cushamen, asentada hace dos años en esas tierras ancestrales que están en manos de la compañía Tierras Sud Argentino, del empresario Luciano Benetton, dueño de unas 900.000 hectáreas en la Patagonia argentina.

La zona, cercana a la ciudad turística de Esquel (1.800 km al sudoeste de Buenos Aires), fue blanco de varios operativos violentos de la Gendarmería y de la policía de la provincia de Chubut (sur) entre el martes y el miércoles.

Jones Huala permanecía este viernes en cuidados intensivos con un hematoma en la cabeza y politraumatismo de cráneo y Emilio Jones está en una sala común a la espera de una cirugía de reconstrucción del maxilar, destrozado por un proyectil.

"Pedimos seguridad. Ni siquiera podemos confiar en que los internados van a estar protegidos. Uno de ellos ya está en sala común y hasta ahí puede ingresar cualquiera, desde un policía hasta alguien enviado por los terratenientes", declaró a Página/12 frente al hospital Fiorella Jones Huala, hermana de Fausto.

Tres personas permanecen detenidas a disposición de la justicia federal, mientras que otros siete fueron excarcelados pero quedaron imputados por la justicia provincial, dijo a la AFP Sonia Vaamonde, vocera del Ministerio Público Fiscal de Esquel.

Amnistía Internacional y organismos humanitarios argentinos denunciaron y repudiaron el brutal accionar policial

"Estamos muy preocupados y muy dolidos. No podemos concebir que en el siglo XXI se siga persiguiendo a los pueblos originarios que reclaman sus tierras legítimas y ancestrales", dijo a la AFP Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, que integra una delegación que viajó este viernes a Chubut.

El gobierno de Chubut justificó el accionar policial y tildó a esa comunidad mapuche de "grupo terrorista" y "delincuentes", dijo el ministro de Gobierno, Pablo Durán.

Los operativos comenzaron el martes cuando la Gendarmería fue a desalojar a los mapuches que bloqueaban las vías del ferrocarril turístico El Trochita.

"Dejen de atropellarnos porque pareciera que no somos humanos, que somos animales y que pueden entrar a reventarnos y a maltratarnos y a tirarnos a quemarropa", clamó Soraya Maicoñía, integrante de la comunidad, en un mensaje grabado que circula por las redes.

 

Fuentes: El País Internacional y AFP

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