Un joven sordo toca en una comparsa y desfilará en Llamadas

Yhostin Fernández, un joven de 21 años, sordo, toca el tambor en Kiamba y se prepara para desfilar por Isla de Flores.

 

La música y el ritmo no tienen barreras. Ni siquiera la del sonido y una muestra de eso es Yhostin Fernández, un joven cuya sordera no le impide tocar el tamboril en una comparsa y que se prepara ahora para salir en el desfile de Llamadas.

Tiene 21 años. Como al principio de su vida fue oyente, sabe utilizar el lenguaje oral y lo combina con el de señas.

Lleva el candombe en la sangre: su mamá fue vedette y su abuelo, gramillero. Entre lo que siente al tocar el tambor y las vibraciones del instrumento, Yhostin sigue el ritmo. Además desde chico practica el mismo toque.

Él le abrió la puerta a otros sordos que también se sintieron atraídos por el candombe. Su amigo Nicolás, ahora es el portabandera en Kiamba.

El director de la cuerda de Kiamba reconoció que la integración de Yhostin y otros sordos en la comparsa fue un desafío, pero valora el sentimiento que les genera el candombe.

Yhostin va al liceo con una intérprete de lenguaje de señas, cursa sexto año orientación artística y además trabaja como reponedor en un supermercado. Todavía no está seguro qué a va a estudiar en el futuro pero sabe qué no va a dejar de hacer: "voy a seguir tocando toda la vida, hasta que sea viejito", dijo.

Dejá tu comentario