CAMBIO DE MANDO

Último día de Mujica presidente, entre abrazos, asado, Manuela y cineastas

Anduvo en tractor, saludó a la gente en la Plaza, se olvidó de Manuela dentro del auto y dijo que la emoción real la vivió al salir de la cárcel.

A las 8:30 partió la senadora y ahora ex primera dama, Lucía Topolansky, hacia el Palacio Legislativo. Mientras tanto, el ahora expresidente José Mujica salió a bordo de un tractor al camino para luego desaparecer en la zona de ingreso a la chacra donde la prensa tuvo prohibido acercarse.

En el correr de la mañana, llegaron dos seguidores de Mujica y luego tres vehículos con el equipo de producción del documental “El Último Héroe” dirigido por Emir Kusturica. A las 11 salió Mujica hacia la ceremonia de cambio de mando en el asiento de acompañante de su Fusca con los cinestastas como cortejo y cámaras dentro del auto.

"Yo estoy igual que todos los días. Ustedes no entienden, no pueden entender. El día más emotivo de mi vida fue cuando me trasladaron de Paso de los Toros a la cárcel porque ahí me di cuenta que la dictadura se estaba derrumbando. Esto es un poroto al lado de aquello", remarcó. “Esta mañana prendí el tractor para cortar pasto. Unos nervios bárbaros", bromeó ante la prensa.

A la altura del Cerro, un grupo de militantes y vecinos se acercaron a saludarlo.

TUMULTO EN LA PLAZA. Tras entregar la banda presidencial, Mujica bajó del estrado y le dijo a Daniel, su chofer, que quería ir a saludar a la gente que en la Plaza Independencia lo vitoreaba desde atrás de las vallas. Los cerca de 30 integrantes de la custodia que lo acompañaba se las vieron difícil para contener a los periodistas, fotógrafos y camarógrafos, que los doblaban en número.

Como pudo, Mujica se acercó a las vallas y le dio la mano a todo el que se la extendía. “No te vayas Pepe”, le gritaban. “No me voy, qué me voy a ir”, respondió el senador electo, que asumirá la semana entrante. Mientras Vázquez comenzaba a presentar a sus ministros sobre el estrado de la Plaza Independencia, la gente coreaba el nombre de Mujica y las cámaras apuntaban al saliente mandatario.

A los empujones, los custorias le abrían paso hasta que llegó a la calle Florida, al costado de la Plaza. Antes de llegar a Colonia se paró y habló con la prensa. Dijo que ahora había que “apoyar al nuevo gobierno”. “Seguro los que vienen después de mi serán mejores”, dijo Mujica.

Visiblemente cansado, caminó hacia un costado por Colonia buscando su famoso Fusca celeste, pero no estaba. En el tumulto de gente que lo seguía saludando, abrazando y dándole besos, ni los guardias de seguridad notaron que el Fusca estaba 20 metros adelante, por Florida y pasando Colonia. Finalmente le avisaron que era para el otro lado, volvió sobre sus pasos y se subió a su auto en el lugar del acompañante.

Eso sí, antes de irse tiró besos a diestra y siniestra: “Hasta pronto”, dijo, y cerró la puerta. Su médica personal, Raquel Panone, entre risas le dijo a Haller, jefe de la seguridad de Mujica: “Bueno, terminó, salió vivo”.

ASADO EN EL QUINCHO, CON KUSTURICA Y EL OLVIDO DE MANUELA. Tras dejar la plaza, el presidente fue a comer un asado al quincho de su amigo, a pocas cuadras de su casa. Allí se reunió con varias personas, entre las que estaba el cineasta Emir Kusturica, que habló con Subrayado sobre el documental. Mirá la nota que le hizo Camila Cibils. 

Ya en la llegada dio la nota jocosa, ya que tanto él como Topolansky se olvidaron de la perra Manuela dentro del auto. Su esposa le alertó que la dejara salir y Mujica la tomó, se la puso debajo del brazo, con la cabeza hacia atrás y así conversó con los periodistas (VER VIDEO PRINCIPAL).

"No hay noticia, hoy no soy presidente ni soy senador todavía", dijo Mujica y consultado sobre cómo vive este momento, respondió sonriente: "esto es una pavada, me comí 14 años de cana, la emoción fue cuando me di cuenta que iba a salir. Esto es una bobada".

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