Traductor de Diyab inventó parte de las críticas hacia Uruguay y EE.UU

Varios especialistas coinciden en que se trató de una traducción mal intencionada. Qué fue lo que realmente dijo.

Jihad Diyab, el sirio que estuvo durante 12 años preso en Guantánamo y que desde diciembre de 2014 se encuentra en Uruguay, realiza una huelga de hambre desde hace tres semanas que derivó en un delicado estado de su salud.

Con esa medida, Diyab reclama que se lo traslade a un país árabe donde pueda reunirse con su familia.

El pasado 6 de setiembre se difundió un video en el que el ex Guantánamo aparece acostado en una cama; uno de los presentes traduce sus palabras al inglés y otro al español. Pero ocurre que la traducción no es complemtamente fiel.

Según detalla Montevideo Portal, tres expertos coincidieron en que al menos buena parte de esa traducción no es lo que dice Diyab.

Los especialistas en árabe sostienen que el sirio en ningún momento afirma que Estados Unidos es el diablo del mundo o que Uruguay está jugando el mismo juego con más torturas. Tampoco hace alusión a países árabes o a Turquía, como posible futuro destino para él.

"No es una traducción adecuada ni responsable" y que parece "malintencionada". "Habla educadamente y no ensucia al país con lo que dice. Afirma que quiere ir a un país en el que lo respeten pero no menciona a Turquía o países árabes. Tampoco se refiere a Estados Unidos como el diablo del mundo", aclaró el especialista consultado por Montevideo Portal.

Agregó que la traducción es "tan libre" que agrega e inventa cosas que no están en el discurso original de Diyab.

Otros dos especialistas conicidieron con esta lectura.

Aquí el mensaje verdadero de Diyab:

"Este es mi mensaje al mundo. Especialmente a América y Uruguay, que no nos escuchan y nos hacen sufrir. Estuve en América sufriendo 13 años de palizas y torturas. Luego me dejaron así y me desatendieron. Estoy ahora en el día 23 de la huelga de hambre, no tomé nada de agua desde el jueves

Mis razones: las promesas que escuché del gobierno de Uruguay desde que dejé a Guantánamo hasta hoy. Aún no han resuelto el problema. Promesas de dinero que no significan nada. No voy a comer hasta que deje este país y me encuentre con mi familia otra vez en un país que me respete a mí y a mi dignidad. No quiero nada de este país. Hace 15 años que no veo a mi familia. Mi hija se casa en diez días. Me gustaría poder estar allí.

Voy a decir algo que nadie creerá: el tiempo que pasé aquí es tan difícil como el de Guantánamo. Porque se me dice libre, pero no soy libre. Esto no es libertad. Soy musulmán, y un musulmán no rompe un acuerdo. Accedí a permanecer en este país. Pero esto tenía condiciones. Por ejemplo: encontrarme con mi familia lo antes posible, Esto nunca pasó. Sin esto, el acuerdo está roto. Yo no lo hice, ellos lo hicieron. Quiero mi libertad. Quiero mis derechos. El más simple de los derechos, que Estados Unidos todavía me impide. Quiero a mi familia.

Quiero mi libertad. Y no dejaré que nadie controle mis decisiones y mi vida. Viviré donde quiero. Y quiero vivir con mi familia. Y no, en este país. Mi decisión aquí es mi decisión final. O me voy a otro país con mi familia o me muero".

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