"Policías y gendarmes eran de una brutalidad atroz. Tenían la rabia de hacer daño", explica a la AFP Rabah Sahili con la voz quebrada al recordar la noche del 17 de octubre de 1961 cuando decenas de argelinos fueron masacrados en París.
Superviviente de masacre contra argelinos en París en 1961 recuerda la "brutalidad atroz" de la policía
"Policías y gendarmes eran de una brutalidad atroz. Tenían la rabia de hacer daño", explica a la AFP Rabah Sahili con la voz quebrada al recordar la noche del 17 de octubre de 1961 cuando decenas de argelinos fueron masacrados en París.
Hace 60 años, más de 30.000 argelinos se manifestaron pacíficamente para denunciar un toque de queda impuesto a los franceses musulmanes de Argelia (FMA) por el responsable policial de la capital, Maurice Papon.
Fueron desplegados 10.000 policías y gendarmes. La represión fue feroz, con varios manifestantes asesinados por disparos, cuyos cuerpos fueron lanzados al río Sena.
Los historiadores estiman que hubo decenas de muertos, incluso 200. Las cifras oficiales dan cuenta de tres decesos y 11.000 heridos.
El sábado, el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune anunció la instauración de un minuto de silencio cada 17 de octubre a las 11H00 (10H00 GMT) en memoria de los "chouhada", los mártires.
Rabah Salihi, cuya familia oriunda de Argelia se había establecido unos años antes en Hautmont, en el norte de Francia, fue detenido cuando salió del metro, junto al Arco de Triunfo, en pleno centro de París. Acababa de cumplir 19 años.
"Teníamos que encontrarnos en la plaza de l'Etoile para comenzar nuestra manifestación pacífica con una sola consigna: los militantes no tenían que llevar ningún objeto contundente", recuerda Sahili.
En esta inmensa plaza, se tenían que congregar los inmigrantes procedentes de las afueras de la capital.
"Todos los argelinos que salían del metro era arrestados. Se trataba de 'detenciones según los rasgos'. Incluso había italianos, españoles y sudamericanos" detenidos, cuenta Sahili, sobre las consignas dadas a los policías.
Todos fueron trasladados "a golpe de porras" hacia un aparcamiento cerca de la plaza.
"No tenías que caerte entre los golpes de los palos que te iban a dar en el cráneo. Eran de una atrocidad... Era salvaje", explica.
Con el aparcamiento "abarrotado", a medianoche fueron transferidos en bus al Palacio de Deportes, donde permanecieron tres días, según Sahili. Luego fueron llevados a un "centro de selección en Vincennes", en las afueras de París, donde no había ni camas ni baños, añade. Pasaron unas dos semanas hasta que pudo volver a su casa.
"Durante las detenciones, vi una veintena de personas ensangrentadas, que yacían en el suelo cerca de la plaza de l'Etoile. Los policías eran muchos y se comportaban como bestias feroces", prosigue.
"Varios argelinos también fueron lanzados, algunos de ellos vivos, en el Sena por la policía, pero nunca sabremos el número exacto de cadáveres engullidos por ese río", lamenta Sahili, exmiembro de las redes del FLN (Frente de Liberación Nacional) a cargo de colectar dinero entre los inmigrantes.
Según él, incluso antes del 17 de octubre, muchos activistas argelinos "terminaron en las aguas del Sena" en las redadas de la policía.
"Participé en el rescate in extremis de un joven militante lanzado al Sena, cerca de la central eléctrica en el puerto de Gennevilliers (en las afueras de París) por policías", recuerda.
Tras la independencia en 1962, Rabah Sahili estuvo dos años en Francia y volvió a su país donde hizo carrera en la compañía aérea Air Algérie.
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FUENTE: AFP
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