Reclusos peligrosos hacen yoga para bajar niveles de violencia

La fundación El Arte de Vivir dictó un curso en el sector de máxima seguridad. "Encontré calma y pude conciliar el sueño", dijo un preso.

El Penal de Libertad es considerado el centro de reclusión de máxima seguridad del país.

En ese mismo centro carcelario donde años atrás fue secuestrado un periodista, mataron a una visita y también han matado a reclusos, por primera vez más de 20 personas privadas de libertad alojadas en el Sector F, participaron de un curso de yoga, respiración y meditación.

El curso pertenece al programa Prision Smart del Arte de Vivir y se brinda en cárceles de todo el mundo con el objetivo de bajar los niveles de violencia.

Ismael Mastrini intentando bajar su nivel de estrés descubrió el poder de la meditación y está convencido que es una puerta de salida para resocializar a los presos.

Él es el coordinador del programa en América Latina y recorre todas las cárceles del continente enseñándoles a respirar, a conectarse consigo mismo, a recibir amor.

Mastrini asegura que desde el primer día del curso se genera un cambio en los reclusos y adquieren nuevas herramientas para poder practicar esta técnica de relajación cada vez que deseen sentirse libres.

Encontré la calma y pude conciliar el sueño

Walter está preso por el millonario robo a la Caja Obrera de Pando en 2002. Fue recluido en Canelones, trasladado a Trinidad por considerarlo violento, desde donde se fugó, fue extraditado de España hace un año y cumplirá condena por 9 más en el Penal de Libertad.

YOGA CARCEL DOS

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