¿Quién tiene US$ 320 mil para comprar el apero de Saravia?

Este miércoles a las 15 horas se pone a remate las herramientas de cabalgata de Aparicio, el mítico caudillo blanco. Coleccionistas y líderes blancos a las cuchillas



Hoy a las 15 horas, se subastará el apero que fuera del caudillo blanco Aparicio Saravia, líder de uno de los bandos de la guerra civil de 1904. La base de remate para este objeto fue fijada en 320.000 dólares.

El remate será un evento de indudable interés social. Hasta último momento, la dirigencia del Partido Nacional intentará evitar la venta. De hecho, abrieron una cuenta en Abitab para participar de las ofertas, aunque difícilmente se llegue al monto de base.

El diputado Pablo Abdala fue más lejos: le pidió a Gumersindo Saravia, uno de los seis copropietarios del apero, que no lo pusiera a subasta.

No es la primera vez que la familia Saravia (o Saraiva, remitiéndosel origen portugués)  debe vender las joyas de la familia. Se trata de una enorme comunidad esparcida por todo el Mercosur.

Algunos miembros de la familiahan adquirido alto perfil por muy diversos motivos, como por ejemplo el políticamente zigzagueante senador Jorge Saravia -de impresionante parecido con el caudillo-, o la hermosa modelo Victoria Saravia -Vito, para sus amigos- que en estos días celebra públicamente su relación el futbolista Diego Forlán.

Más allá de eso, los Saravia han tenido que poner su herencia de gloria en manos de martilleros.

El 25 de noviembre de 2004, se daba cuenta del remate de la montura de cuero con cabezales de plata y oro perteneciente a Aparicio Saravia por un valor de 600.000 dólares.

Se remataron 73 lotes y unos 40 no tuvieron oferentes. Oficialmente, se recaudaron 792.481 dólares
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El evento resultó satisfactorio pese a que la sumatoria de base de todos los objetos estaba en los 950.000 dólares.

La montura de Saravia se la llevó un coleccionista brasileño. No hay que olvidar que el caudillo blanco tuvo gran predicamento en territorio gaucho. Los nombres de los dos norteños nunca se dieron a conocer.

El Estado balconeó la disputa por las pertenencias del caudillo, pero algunos de sus referentes dijeron que los precios estaban sobrevaluados. De esa opinión fueron, por ejemplo, el presidente de la Comisión de Patrimonio Jorge de Arteaga y el historiador Enrique Mena Segarra, quien era el director del Museo Histórico Nacional.

Sin embargo, el negocio no resultó todo lo próspero que se anunciaba. En 2007, el diario El País publicó que ocho meses después del remate apenas se habían cobrado 300 dólares por todo concepto.

Para muchos, el Estado se encontraba omiso a la hora de velar por el patrimonio histórico.

Por entonces el Ministerio de Educación y Cultura del gobierno de Jorge Batlle se limitaba a querer encontrar un inventario realizado antes de la expropiación de la estancia "El Cordobés" por parte de los militares en 1978. Ese año la propiedad fue declarada Monumento Histórico Nacional y comenzó a funcionar como Museo.

El dato del inventario era importante para saber si lo puesto bienes sucesorios, o del Estado, en cuyo caso el remate estaba viciado de nulidad.

Pero luego se supo que Chaplín Saravia heredó el casco de El Cordobés. La explicación era tan controversial como el remate: la dictadura expropió 40 hectáreas -de un total de 6.000 - a cambio del casco y los objetos pertenecientes al caudillo nacionalista.

No obstante, las cosas ya estaban complicadas. La Comisión de Patrimonio anunció su intención de hacerle juicio al rematador Pisu Espinosa por sus dichos luego de la subasta.

El rematador fue duro con el Estado: “sus funcionarios piensan que por decir muy suelto de cuerpo que los elementos no pueden salir del país, éstos ya no salen. Se sabe que las fronteras no son seguras, ¿quién afirma que es imposible que salgan al extranjero piezas que pueden caber en un portafolio?”.

La identidad de los compradores brasileños nunca salió a la luz pública.

En julio de 2007, la familia saravia volvió a ser centro de la escena cuando se anunció el remate de la Estancia El Cordobés.
 
El día 31 se informó que la jueza Ana Salterain decidió suspender el rfemate al depositarse 800.000 dólares por parte del ocupante del predio.

El Cordobés fue un centro de poder político extraordinario a fines del siglo XIX. Desde allí Aparicio cogobernó el país, oponiéndose al poder centralista de José Batlle y Ordoñez.

Es una propiedad  ubicada en la novena sección del departamento de Cerro Largo próxima al Arroyo Cordobés en la falda del cerro El Toro y a 30 km de Santa Clara de Olimar.

El casco había sido casco construido por Cristino da Rosa, tío de Saravia por parte de madre.

El primer propietario fue Francisco Saravia. En 1878, cuando su hijo Aparicio se casó a los 22 años, le obsequió El Cordobés para que viviera con su mujer.

Hoy está en manos de algunos descendientes de la familia Saravia. El folclore y la mística dieron lugar a la producción ganadera.

Al carismático Aparicio no le hubiera gustado que su apero gaucho fuera víctima de los mercaderes de la globalización

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