Ante la falta de decisiones de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) tras el ataque ruso a Ucrania, las Federaciones de Polonia y Suecia dieron un paso este sábado al anunciar que no se medirán a la selección rusa a finales de marzo en la repesca para el Mundial de Catar-2022, a lo que se unió la decisión del propietario ruso del Chelsea, Roman Abramovitch, de entregar el control del club a los administradores de la fundación.
Polonia y Suecia se niegan a jugar contra Rusia, Abramovich toma distancias
Ante la falta de decisiones de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) tras el ataque ruso a Ucrania, las Federaciones de Polonia y Suecia dieron un paso este sábado al anunciar que no se medirán a la selección rusa a finales de marzo en la repesca para el Mundial de Catar-2022, a lo que se unió la decisión del propietario ruso del Chelsea, Roman Abramovitch, de entregar el control del club a los administradores de la fundación.
Los polacos debían jugar contra Rusia el 24 de marzo en Moscú en la semifinal de la repesca, cuyo vencedor debe medirse cinco días después al ganador del Suecia-República Checa.
"Basta de hablar, es hora de actuar. Debido a la escalada de agresión de (...) Rusia en Ucrania, el equipo de Polonia no tiene previsto jugar el partido de calificación contra el equipo de Rusia", indicó el presidente de la Federación Polaca de Fútbol, Cezary Kulesza, agregando que "es la única decisión correcta".
El presidente de la Federación Sueca, Karl-Erik Nilsson, siguió sus pasos unas horas después: "Decida lo que decida la FIFA, nosotros no jugaremos contra Rusia en marzo". El gobierno sueco fue más allá y pidió "un boicot de los lazos deportivos" con Rusia "mientras dure la invasión de Ucrania".
El capitán de la selección polaca, Robert Lewandowski, celebró inmediatamente la toma de posición de su Federación.
"Es la decisión correcta. No puedo imaginar jugando un partido contra la selección nacional rusa en una situación en la que continúe una agresión armada en Ucrania", escribió el jugador del Bayern Múnich en Twitter. "Los futbolistas e hinchas rusos no son responsables, pero no podemos hacer como si no estuviera pasando nada", señaló.
El arquero polaco Wojciech Szczesny, casado con una ucraniana y que tiene parte de la familia "todavía en Ucrania", dijo en redes sociales que su "conciencia" no le dejaría jugar ese partido.
"Me niego a estar en el terreno de juego (...) y escuchar el himno ruso", aseguró en Instagram.
Preguntada por la AFP, la FIFA no reaccionó este sábado a los anuncios de Polonia y Suecia.
Las federaciones de Polonia, Suecia y República Checa habían solicitado conjuntamente el jueves que se cambiara la sede de los partidos de repesca mundialista de marzo previstos en Rusia.
Hasta ahora, la FIFA no ha tomado medidas contra Rusia y el jueves se limitó a mostrarse "preocupada" ante una situación "trágica e inquietante", según su presidente, Gianni Infantino.
"El primer partido es en un mes, esperamos por supuesto que esta situación se haya solucionado mucho antes de eso. Queremos creer en eso firmemente, pero podemos tomar una decisión en cualquier momento", había añadido Infantino en su conferencia de prensa del jueves.
El viernes, el mundo del deporte empezó ya a tomar medidas importantes, empezando por la UEFA, que retiró la sede de la final de la Liga de Campeones europea a San Petersburgo y trasladó ese partido al Stade de France de París, manteniendo la fecha del 28 de mayo.
La UEFA anunció además que ningún partido de sus competiciones podrá disputarse en suelo ruso y, según dijo a la AFP una fuente conocedora del asunto, "se dispone" a romper su contrato con el gigante ruso gasístico Gazprom, uno de sus grandes patrocinadores.
En Inglaterra, las interrogaciones pesan sobre el futuro del oligarca Roman Abramovitch, con el anuncio de su retirada. "Confío hoy (sábado) a los administradores de la fundación caritativa del Chelsea la gestión del Chelsea FC", indicó el empresario en un comunicado del actual campeón de Europa, muchas veces vinculado con el poder ruso.
El Gran Premio de Fórmula 1 de Rusia, previsto para septiembre en Sochi, fue cancelado, así como todas las competiciones de esquí previstas en Rusia esta temporada.
El Comité Olímpico Internacional (COI) pidió a todas las federaciones deportivas internacionales que cancelaran o deslocalizaron los eventos previstos en Rusia y Bielorrusia.
Varios contratos de patrocinio con grupos rusos fueron rotos por clubes e instancias deportivas. Y grandes nombres del deporte elevaron su voz en contra del ataque ruso a Ucrania.
"Todo lo que es bonito en el deporte es lo opuesto a lo que aporta la guerra", escribió Lewandowski en Twitter.
La estrella rusa del hockey sobre hielo Alex Ovechkin lanzó un mensaje por la paz: "Por favor, no más guerra (...) Debemos vivir en paz", imploró al término de un entrenamiento en Philadelphia.
El ciclista ruso del equipo Ineos Pavel Sivakov se posicionó también "totalmente en contra de la guerra".
"La mayoría de los rusos solo quieren la paz y nunca han pedido que pasara esto", escribió en las redes sociales.
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FUENTE: AFP
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