Nicolás Lussich analizó la polémica por donaciones a universidades privadas

El sistema se pensó para fomentar los centros educativos privados. Del 100% de la donación, un 83% equivale a la exoneración de IRAE.

Nicolás Lussich analizó las aristas económicas del tema de la exoneración fiscal a las empresas que hagan donaciones a las universidades privadas.

Desde la reforma tributaria, pero con mayor intensidad a partir de 2010, se habilitó que las empresas accedan a la exoneración de aportes si canalizan esos recursos, asociados a una donación, en determinados proyectos que comprenden educación, salud y atención a la niñez carenciada.

Según explica Lussich, del 100% de la “donación”, a la empresa le “vuelve” un 87% en exoneración del IRAE, y solamente el 13% restante es efectivamente donado.

Entre los beneficiarios, los que más dinero reciben son los liceos Impulso y Jubilar (10,7), UdelaR (8,1, unos 22 millones de dólares aproximadamente), universidades privadas (7,7), la Teletón (5,9) y ANEP (4,2), y luego la lista sigue.

Lussich explicó que el Fondo de Solidaridad de la UdelaR, que aplica recursos a la Universidad por 108 millones de dólares, en el mismo período en que el mecanismo de las donaciones aplicó unos 22 millones de dólares.

ASIMETRÍAS. Lussich remarcó que la educación privada no hace aportes patronales de seguridad social, cosa que sí hace la educación pública.

La eduación pública aporta un 19,5% aproximadamente de aportes patronales, que va directo a BPS, y que “solo se justifica en las necesidades que tiene el BPS de financiamiento”. Dicho de otro modo, disminuir este aporte implicaría una fuerte desfinaciación del BPS.

En Secundaria esto significa unos 300 millones de dólares que van directo al BPS, en la UdelaR -si bien no pudimos acceder a datos fehacientes- sería de unos 50 millones de dólares.

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