Los parodistas “Nazarenos” ya habían dejado una grata impresión en sus actuaciones anteriores pero en la liguilla tuvieron la mejor de las tres funciones.
Nazarenos, Tabú, La Mojigata y Tronar de Tambores en la liguilla
Sigue desarrollándose en el Teatro de Verano la apasionante definición del concurso de carnaval. Nazarenos y La Mojigata entre los mejores de la etapa
Enriquecieron el espectáculo con nuevas situaciones humorísticas y hasta alguna alusión a la fallida entrega de los Oscar que provocó la hilaridad del público.
Presentan dos parodias muy sólidas con historias muy diferentes como Eduardo el joven manos de tijeras y la vida de Daniel Pistola Marsicano, y las dos consiguen entusiasmar al público con humor, canciones y en el caso de la segunda generando momentos emotivos.
Fueron descollantes las actuaciones de Aldo Martínez y Claudio Melcón y los aportes corales de Miguel y Fabián Villalba.
Los Nazarenos confirmaron que tienen muy buenos argumentos para aspirar al primer premio entre los parodistas.
La revista “Tabú” tiene uno de los mejores cuerpos de baile del carnaval, musical y coralmente un rendimiento estupendo y además un despliegue de vestuario cargado de buen gusto y elegancia.
Lo que no está a la misma altura es el libreto que no consigue atrapar, ni entusiasmar al público porque la historia que relata no es convincente.
Sin embargo, los actores, de muy buenas condiciones, hacen un gran trabajo desdoblándose además como cantantes y bailarines.
Si bien el espectáculo no termina de redondearse por las debilidades del texto, Tabú tiene mucha fortaleza en rubros que son clave en esta categoría y podrían llevarlos a pelear el título.
“La Mojigata” le canta a los valores perdidos, a la educación y a la supuesta dicotomía entre política y gestión a través de una fina ironía que va generando una complicidad con el espectador que es muy buen aprovechada por la murga para convertirlos en parte del espectáculo.
Interpelan a la sociedad por caer en la trampa de las soluciones sencillas y en los análisis superficiales de la realidad, pero también apuntan su crítica a las políticas educativas y por otro lado al abandono de los ideales en manos de una supuesta lógica del bienestar cortoplacista.
Apuestan muy fuerte a la ironía y a los juegos de palabras, pero siempre con la mira puesta en comunicar un mensaje que llegue claro al público.
Si bien el rendimiento coral no es el punto fuerte de este espectáculo, la interpretación fue lo suficientemente clara como para no perderse nada.
Por su originalidad y la calidad de su libreto merece estar entre las cinco primeras.
“Tronar de Tambores” hizo una muy buena liguilla con una gran noche de sus intérpretes y del actor Alejandro Martínez que es el encargado de introducir los diferentes cuadros del espectáculo dedicado a repasar la personalidad de Kanela a través de sus recuerdos, sus vivencias, sus opiniones y sus temores.
Visualmente es una propuesta atractiva aunque no utilice tanto el lenguaje escénico como sus rivales que además tienen puestas más impactantes.
La cuerda de tambores, los personajes típicos, la aparición de Kanela que sigue bailando a sus 83 años y su vedette Valentina Gutiérrez le dieron brillo a la actuación.
Tronar queda a la expectativa de la definición que aparece como muy pareja entre las cuatro participantes.
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