México empezó a votar este domingo en unas elecciones locales y legislativas marcadas por una violenta campaña y el intento de boicot por un movimiento de maestros, en una jornada que ya ha registrado algunos incidentes en el estado de Guerrero (sur).
México celebra elecciones entre protestas y violencia
Manifestantes encapuchados se llevaron la papelería de al menos tres centros de votación y quemaron las boletas electorales de una de ellas.
El presidente Enrique Peña Nieto, que este domingo enfrenta tanto su primer gran test electoral como un examen de la seguridad en el país, desplegó este fin de semana al Ejército y la Policía Federal por tierra, mar y aire para garantizar la celebración de los comicios en todo el país.
Al dar inicio a la jornada electoral, el presidente consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, afirmó que los mexicanos pueden ir a votar con tranquilidad a las 148.000 centros de voto del país porque los "riesgos" que amenazaban la elección en algunas zonas "fueron superados gracias al operativo del Estado".
Liberaron a la mujer que recibió por error un depósito de más de 400.000 dólares y se lo gastó en un día
Sin embargo, en algunos puntos de Guerrero se han mantenido las protestas y episodios de violencia.
En el pueblo de Tixtla (40.000 habitantes), varios padres de los 43 estudiantes desaparecidos de la cercana comunidad de Ayotzinapa y compañeros de los jóvenes salieron en una caravana de vehículos al amanecer para impedir la instalación de los centros de voto, constató la AFP.
Los manifestantes, algunos de ellos encapuchados, se llevaron la papelería de al menos tres centros y quemaron las boletas electorales de una de ellas.
"No tenemos más boletas", decía una funcionaria de casilla mientras les entregaba los paquetes sin oponer resistencia.
Los padres de los 43 estudiantes de magisterio, que desaparecieron tras ser atacados por la policía en septiembre en Iguala (Guerrero), insisten en exigir al gobierno que los encuentre con vida a pesar de que la fiscalía concluyó que acabaron siendo asesinados e incinerados por narcotraficantes.
"Mientras no nos entreguen a nuestros hijos no habrá elecciones", dijo Pablo Hernández, padre de Miguel Ángel, uno de los desaparecidos.
Algunas de las personas que se acercaron a primera hora para votar compartían la reivindicación de los familiares pero en otros puntos del pueblo seguían intentando instalar los puntos de voto.
"Estamos cumpliendo con nuestro deber" y hay mucha gente "exigiendo nuestro derecho de votar", dijo a la AFP Iris Portillo, presidenta de la casilla 24, mientras trataba de armar las urnas.
AFP
Dejá tu comentario