Metele que son pasteles usa los conceptos de armar y desarmar para poner en escena un libreto inteligente e ingenioso que tiene además la virtud de conseguir una perfecta comunicación con el público.
Metele que son pasteles con una propuesta inteligente y creativa
La murga tuvo otra gran noche gracias a uno de los mejores libretos del carnaval y Los Chobys de Leo Pacella volvieron a hacer reír mucho.
Los juegos de palabras son utilizados en reiteradas oportunidades con apariencia de ingenuidad cuando en realidad se trata de una forma original de establecer una mirada crítica a los problemas sociales.
Cuando la murga propone conocer cómo se arma una crisis o un discurso son momentos geniales del espectáculo como cuando le hablan al gobierno como si fuera una maestra dirigiéndose a un alumno para tocar el tema de la educación.
Los guionistas de este espectáculo tienen la habilidad de profundizar en algunos temas pero a la vez con una claridad absoluta que lleva a que no se generen distancias con el público.
La murga cantó bien y tuvo un gran acompañamiento musical de sus músicos. Sin ninguna duda es uno de los diez mejores espectáculos de su categoría.
Los chobys ajustaron alguna escena que no daba los mejores resultados y tuvieron un mejor desempeño que en la primera rueda. Los humoristas salen a buscar el gen del humor a través de diferentes lugares, en principio entre cavernícolas que es el pasaje con menor efecto humorístico, después en la época de Jesucristo donde comienzan las carcajadas entre otras cosas por la insólita lectura que hace Pacella del viejo testamento, más adelante en una plataforma de lanzamiento de naves espaciales y por último una descacharrante escena entre un grupo de amigos que se reúnen a jugar al tutti frutti y al dígalo con mímica.
En esta ocasión Los chobys se aseguraron que la producción del espectáculo estuviera a tono con su propuesta humorística y eso más la buena comicidad les asegura un lugar en la definición de su categoría.
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