Melo revolucionado por abridores de latas de refresco

Una suerte de leyenda urbana dice que un dentista los compra a $ 3.000. Pero eso no es así y el profesional ya no sabe qué hacer con todas las personas que se las ofrecen

 

Las anillas abridoras de latas de refresco hicieron furor hace varios años cuando los adolescentes las coleccionaban y se hacían collares con ellas. Un uso bastante extraño para estos pequeños trozos de metal, que ahora están de moda en Melo, de la mano de una suerte de leyenda urbana.

Según informa este domingo El País, en aquella ciudad se comenta que un dentista paga 3.000 pesos por una botella de dos litros llena de estos abridores de lata de refresco. Y todos caminan buscando uno, para llenar la botella y marchar a la casa del profesional a pedir la recompensa.

Peter Irigoyen, el odontólogo en cuestión, ya no sabe qué hacer. Hace dos meses que recibe a dos o tres personas por día en su consultorio con las botellas llenas de anillas y esperando los 3.000 pesos correspondientes.

Irigoyen dijo al diario que estas anillas no sirven para el trabajo odontológico ni para los brackets e incluso ni aquellas personas que trabajan en el reciclado de desechos las compran, ya que pesan muy poco y el volumen que ocupan en depósito las hace poco redituables.

"Es curioso como el boca a boca de nuestra sociedad es capaz de trasladar las más absurdas historias al resto de la población y básicamente a los niños y adolescentes", dijo a El País el dentista Irigoyen.

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