Los semifinalistas de Conference League se ilusionan con este nuevo trofeo

Esta 'pequeña' copa europea, nacida 22 años después de la desaparición de la Recopa de Europa, ha crecido rápidamente, al punto de seducir a los semifinalistas: "Ahora que estamos en esta competición queremos ganarla y daremos todo para conseguirlo", anunció Rodgers.

Jorge Sampaoli, entrenador del Olympique de Marsella, que también está en semifinales, fue igual de claro: no hay que tomar esta nueva prueba a la ligera con una afición ansiosa de títulos desde hace una década.

"No elegimos las competiciones que queremos ganar. Este club, esta ciudad y esta gente necesita ganar algo", avisó el argentino en diciembre.

A medida que ha ido avanzando de ronda, el Marsella ha mostrado que su interés era el título, cuya final se disputara el 25 de mayo en Tirana, para hacer honor a su lema de ser "por siempre los primeros", acuñado después de convertirse en el primer equipo francés en ganar la Champions League en 1993.

José Mourinho sabe bien lo que es ganar títulos europeos: el portugués cuenta en su palmarés con dos Ligas de Campeones (2004 con el Oporto, 2010 con el Inter de Milán), dos Europa League (2003 con el Oporto y 2017 con el Manchester United) y durante sus años como asistente en el banquillo del Barcelona, la Recopa de 2017, tal y como recordó en rueda de prensa.

Actualmente entrenador de la Roma, al técnico portugués no le importaría convertirse en el primero en ganar este nuevo trofeo para completar su colección.

"Me gustaría ganar, sí, pero ser el único en acumular las cuatro no es un objetivo", esquivó Mourinho.

La imagen de la competición mantiene un lastre: la ausencia del videoarbitraje (VAR) hasta las semifinales ha alimentado la idea de ser una competición con menos valor que el resto.

Así lo vieron desde Rennes, después de la eliminación en octavos de final contra el Leicester (derrota 2-0 en la ida en Inglaterra, victoria 2-1 en la vuelta en Francia), desenlace que mezcló la decepción con una sensación de injusticia, después de que una serie de situaciones polémicas en la ida no fueran revisadas.

Desilusionado, el entrenador Bruno Genesio opinó que: "Ha faltado el VAR. Pienso que cuando se organiza una competición europea, tiene que hacerse con las mismas condiciones que las demás, porque si no no vale para nada".

Pero la hasta ahora única competición continental en la que el VAR no estaba presente esta temporada ha terminado por solucionar esta laguna: la tecnología ha sido introducida por la UEFA para las últimas dos rondas y la institución europea planea instaurar su aplicación desde rondas más tempranas en la competición a partir de la próxima temporada.

Hasta entonces, quedan dos enfrentamientos de ida y vuelta a disputar entre esta semana y la siguiente, entre Feyenoord-Marsella y Leicester-Roma, para obtener los billetes a la final.

"Jugamos para llegar hasta el final. No tiene el prestigio de la Champions League o la Europa League pero sigue siendo una copa europea y un trofeo que hay que ganar. Haremos todo para lograrlo", concluyó el portero del Marsella Steve Mandanda.

Además del trofeo, el ganador se clasificará a la próxima temporada a Europa League, un premio menor para el Marsella y Roma, bien encaminados a lograrlo gracias a sus posiciones en campeonato, pero que no será menospreciado por Leicester y Feyenoord, alejados en sus respectivas ligas de los puestos de clasificación a esa competición.

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FUENTE: AFP