Lo que faltaba: mal clima en Meteorología por conflicto gremial

Una nota de Efe muestra los problemas burocráticos y salariales de los funcionarios que pronostican el tiempo. No hay quien emita alertas en el servicio estata

A la célebre frase "Vuelva usted mañana" del escritor Mariano José de Larra se le puede añadir en Uruguay la irónica advertencia "con o sin abrigo" por un conflicto sindical que impide a la dirección de meteorología pronosticar el tiempo y, lo que es más peligroso, emitir alertas.

Las diferencias entre el Estado y la Agrupación de Trabajadores de Meteorología (ATM, el sindicato) datan de años pero en los últimos meses se han deteriorado tanto que los funcionarios han dejado de procesar datos y difundir sus predicciones a la ciudadanía.

En la página web de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM) un lacónico "No se emite" aparece repetido en cascada en las pestañas con los pronósticos meteorológicos para el miércoles y el jueves en las distintas zonas del pequeño país sudamericano, de apenas 3,3 millones de habitantes.

Según la presidenta de la ATM, Cristina Mathysson, del medio centenar de técnicos meteorólogos que trabajan allí más del 80 por ciento ejerce habitualmente responsabilidades superiores a sus atribuciones por contrato, entre ellas las de análisis y predicción, y por un sueldo inferior al que les correspondería.

Ganan el salario mínimo para funcionarios estatales 14.000 pesos uruguayos (unos 700 dólares) y deberían recibir 20.000 pesos (unos 1.000 dólares), denuncia Mathyson.

La medida sindical, que tiene por ahora carácter indefinido, afecta a las áreas de pronósticos, navegación marítima, de climatología y agrometeorología.

El conflicto es similar al registrado recientemente en la compañía nacional de ballet, dirigida por el argentino Julio Bocca, que el mes pasado tuvo que presentar la obra "El Corsario" con música grabada porque varios integrantes de la orquesta se negaron a ocupar plazas porque no se les pagaba lo que les correspondía.

Mathysson explicó hoy a Efe que las actuales autoridades se habían comprometido a regularizar su situación a partir del 1 de enero de 2012, cuando está previsto que se transfiera la DNM del Ministerio de Defensa al de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

Pero en las últimas horas "se supo que el Gobierno no tenía nada preparado" para hacer la transformación y por eso se tomó la medida de fuerza, detalló la sindicalista, que excusó del conflicto al titular de la DNM, Rodolfo Pedocchi, porque es "un cargo político" y no tiene poder para "ejecutar los cambios".

Por fortuna para los ciudadanos uruguayos, las cadenas de televisión van a seguir emitiendo sus partes porque la mayoría cuenta con expertos independientes.

Uno de los meteorólogos televisivos más populares, Núbel Cisneros, aseguró este miércoles que sus predicciones "no se van a ver interrumpidas por esa situación" porque cuenta con acceso propio a datos satelitales de Estados Unidos y de Europa.

Tampoco se van a ver afectadas en principio las operaciones en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, de Montevideo, indicó a Efe Cecilia Alarcón, jefa de base de Puerta del Sur, la empresa concesionaria de la terminal.

Alarcón explica que allí trabajan con equipos propios y revisan los portales de meteorología de Argentina y Brasil, los dos grandes vecinos, que abarcan en sus pronósticos el territorio uruguayo.

No obstante, ni Alarcón ni Cisneros están en condiciones de emitir alertas meteorológicas, algo que es potestad de la DNM por su carácter oficial. Y ahí es donde surgen los temores.

Mathyson recuerda que en agosto de 2005 un inesperado temporal de lluvia y viento que azotó la capital uruguaya dejó varios muertos y nadie, ni tan siquiera la dirección meteorológica, fue capaz de predecirlo ni alertar a la población.

"En ese entonces las áreas estaban cubiertas con el mínimo de personal y en el momento en que se desencadenó todo eso, además de no haber sacado las alertas, no había un predictor de guardia" en el organismo, recordó.

Como la mayoría de la población, Cisneros recuerda también aquel episodio, aunque considera improbable que se repita.

"Sé que hubo un problema grande entre ellos", en la DNM, pero también "hubo un desconocimiento de que un ciclón extratropical podría darse en esta región", dijo a Efe.

Consultada sobre si sentiría alguna culpa en el hipotético caso de que en las próximas horas sucediera algo así de nuevo, Mathyson lo tiene claro.

"La responsabilidad es institucional. Qué peso sobre la conciencia tendrá el gobierno si se ve enfrentado a una situación así", se pregunta.

Aunque con el sol que acompañó el inicio de esta semana casi todo el mundo cree que eso no va a pasar, entre ellos Bettina Rozza, una de las meteorólogas que secunda la medida de protesta.

"Estos días creo que no van a tener muchos problemas, no va a llover", aseguró a Efe

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