La crisis diplomática entre Líbano y Arabia Saudita, que amenaza la continuidad del gobierno libanés, refleja, según los analistas, que este país, inmerso en una profunda crisis económica y política, paga las consecuencias de la actual guerra no declarada entre Arabia Saudita e Irán.
Líbano vuelve a pagar el precio de la disputa entre Irán y Arabia Saudita
La crisis diplomática entre Líbano y Arabia Saudita, que amenaza la continuidad del gobierno libanés, refleja, según los analistas, que este país, inmerso en una profunda crisis económica y política, paga las consecuencias de la actual guerra no declarada entre Arabia Saudita e Irán.
Las dos grandes potencias de Oriente Medio, con el permiso de Israel, apoyan desde hace décadas a fuerzas políticas rivales en el país del cedro, aunque Arabia Saudita se desentendió en las últimas décadas de Líbano, al considerar que el grupo chiita Hezbolá, afín a Irán, controla las riendas del país.
Siguiendo los pasos de Arabia Saudita y Baréin, Kuwait decidió este sábado expulsar al encargado de negocios libanés en el emirato y también llamó a consultas a su embajador en Beirut.
Emiratos Árabes Unidos también anunció el sábado por la tarde la "retirada" de sus diplomáticos de Líbano en "solidaridad" con Arabia Saudita.
Como sus aliados, tomó esta decisión en respuesta a las declaraciones del ministro libanés de Información en que criticaba la intervención de Arabia Saudita en la guerra en Yemen.
"La reciente escalada tiene muy poco que ver con lo que declaró el ministro hace un mes antes de su nombramiento", asegura el analista Karim Emile Bitar.
"Pienso que está sobre todo relacionada con el conflicto saudita-iraní de estos últimos años", agregó.
Según este politólogo, las declaraciones del ministro representan "un pretexto para algo que ya se estaba preparando y que está relacionado con el hecho de que Irán es uno de los escenarios de la disputa entre éste país y Arabia Saudita, junto con Irak, Siria, Yemen y Baréin.
Las declaraciones del ministro George Kodahi desataron la furia de las autoridades sauditas, que también interrumpieron todas las importaciones libanesas, un duro golpe para la maltrecha economía del país del cedro.
En un programa de televisión grabado el 5 de agosto pero difundido el lunes, Kordahi, que entonces aún no formaba parte del gobierno, tildó de "absurda" la guerra que lleva a cabo en Yemen desde 2015 la coalición militar dirigida por Arabia Saudita en apoyo del gobierno yemení, y consideró que había llegado "el momento" de que pare.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, se apresuró a desmarcarse de estas declaraciones y afirmó que "no representaban la posición del gobierno".
Mikati dijo el viernes a Kordahi que "tuviera en cuenta el interés nacional y tomara la decisión adecuada para restablecer las relaciones con el país del Golfo".
Con estas palabras, el primer ministro le abrió la puerta a su ministro para que dimitiera.
Pero Hezbolá aseguró en un comunicado que se oponía "a cualquier petición de dimisión" de Kordahi.
Tras anunciar el viernes que llamaba a consultas a su embajador en Líbano, Riad consideró que "la hegemonía del grupo terrorista Hezbolá en las decisiones del Estado libanés habían convertido a Líbano en una base para llevar a cabo proyectos por otros Estados que no quieren el bien de este país ni de su pueblo", en una evidente alusión a Irán.
Esta escalada se produce después de que Irán y Arabia Saudita iniciaran hace unos meses negociaciones para normalizar sus relaciones rotas desde hace cinco años y para rebajar la tensión en Oriente Medio.
Ambas potencias están enfrentadas en Yemen, donde Arabia lidera una coalición que apoya a las fuerzas progubernamentales e Irán aporta un respaldo crucial a los rebeldes hutíes, que atacaron el territorio saudita con drones.
"Creo que los sauditas están intensificando sus presiones sobre sus aliados en Líbano (...) para (obligarlos a) que tomen una posición más firme respecto a Hezbolá", explica Bitar.
El politólogo se pregunta si de esta manera el reino wahabita no quiere "compensar posibles concesiones" en Yemen.
"Cuando dos elefantes se pelean, es la hierba del suelo la que sufre por ello y Líbano vuelve a sufrir por estas guerras a través de terceros", señaló.
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FUENTE: AFP
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