La revista Rolling Stone dice que lo de Chuck Berry fue horrible
Un articulista analizó el concierto en el Luna Park. Dice que Berry ya no puede tocar música y que su entorno lo usa para hacer dinero. Todo fue un gran "error", dice.
“Tildarlos de sanguijuelas es injusto con aquellos bichos que chupan sangre por instinto, desconociendo que su nutrición es la ruina de un semejante”. Así comienza la nota de Diego Mancusi en la prestigiosa revista Rolling Stone sobre el concierto que ofreció el mítico músico en el Luna Park.
El crítico apunta sus dardos contra quienes rodean a Chuck Berry y lo hacen tocar a sus 86 años. Dice que el entorno del músico logró “la inmolación pública del tipo que supo llegar primero a casi todo” y que lo “pasean por el mundo” como un freak de circo para cobrarle un último cheque a su leyenda”.
Según el analista de la Rolling Stone, Chuck Berry “no estaba, ya no en condiciones de honrar su mito, sino ni siquiera de tocar música”.
“Lo que vimos en el Palacio de los Deportes no puede juzgarse con los parámetros que se usan habitualmente para este tipo de reseñas. No fue un show mediocre, malo, pésimo ni calamitoso. No tuvo errores: fue un error. No fue la esperable pieza de museo en movimiento a la que el rock, mal que mal, ya nos tiene acostumbrados. No fue un viejito ajado haciendo de las suyas. Fue otra cosa. Fue, más bien, un acto siniestro”, escribió.
Chuck Berry toca hoy de noche en Montevideo.
“Por eso el dolor se multiplica exponencialmente al verlo a él, el primer guitar hero de la historia, tocar su instrumento con la pericia, no de un músico deficiente, sino de un adolescente en sus primeras lecciones. Parece una exageración pero no lo es: mientras su banda tocaba una canción, Berry tocaba otra, o nada, o sólo rasgaba en random, completamente fuera de tono y tempo como si lo suyo fuera una experimentación noise descubierta en la profunda tercera edad”, agregó Diego Mancusi.
Según el crítico de la revista, a poco de comenzar el concierto en Buenos Aires, algunos fanáticos optaron por retirarse para no presenciar “la ruinosa explotación de un anciano”, mientras Chuck Berry “pedía disculpas” por los desaciertos.
La versión del clásico de clásico, Johnny B. Goode, fue “ininteligible” y “terminó con dos señores llevándose a Berry cada uno de un brazo, medio a la fuerza, mientras éste intentaba hacer su característico paso del pato ya casi desde el backstage, en las sombras. La peor despedida”, sentenció el analista y crítico de la prestigiosa revista Rolling Stone.
“Lo de anoche fue repugnante, no por el gigantesco Chuck que hizo lo que pudo, sino por el océano de mezquindad, berretada y desamor en el que lo hicieron ahogarse. Ojalá alguien dé alguna explicación y, sobre todo, pida perdón”, concluyó Mancusi.
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