Juez Peduzzi debe decidir hoy sobre sicario menor de edad

El joven, de 17 años, quería integrarse a una banda y como "examen de ingreso" le pidieron que asesinara al líder de una banda rival. Trastienda de los ajustes de cuentas

 

Un hombre de 25 años fue hallado herido el 4 de mayo en avenida Prudencio de Pena y pasaje Guevara en Nuevo París. Presentaba una bala en el cráneo y murió dos días después en el Hospital Maciel.

Podía haber sido una muerte más de las 125 que se registraron en lo que va del año 2012. E inclusive pudo haber sido un asesinato más de los que la Policía rotula como "ajuste de cuentas" entre delincuentes

Pero una vez detenido el ejecutor del crimen confirmó algo que el juez Gerardo Peduzzi estaba intuyendo a partir de sus periódicas indagatorias.

El muchacho, de 17 años, intentaba ingresar a una banda. Como "examen de ingreso", le pidieron el asesinato por encargo de un hombre que estaba enfrentado con sus eventuales jefes, dos hermanos que lideran una banda que trafica drogas y desguaza autos.. "Si querés ser alguien tenés que matarlo", fue la orden que recibió.

El chico tenía un antecedente por rapiña y estaba requerido porque no se presentó a la lectura de la sentencia.

Esta vez confesó el crimen luego de entregarse. Hoy el juez volverá a interrogarlo a él y a los dos hermanos líderes de la banda, informa hoy El Observador como parte de un informe sobre el creciente prestigio que tiene el asesinato en el mundo de los delincuentes menores de edad.

Peduzzi debe decidir si procesa al menor. Pidió al juez penal Alejandro Guido, que entendió en el caso de los dos mayores, la declaración de uno de los hermanos.

Busca indagar todas las implicancias del caso, que no acaban en el proceso judicial.

Por una denuncia anónima la Policía cayó en el barrio en busca del trío, pero nadie quiso confirmar la información. El vecino que había hecho la llamada tuvo que mudarse de barrio

La madre del homicida colaboró con la entrega, al detectar un "comportamiento extraño" en el joven. Luego de varias evasivas, él confesó.

La mujer sufrió amenazas por parte de la banda a la que quería pertenecer su hijo. Le dijeron que si seguía hablando le iban a quemar la casa con toda su familia adentro.

La inimputabilidad de los adolescentes los convierte en potenciales sicarios. La necesidad de "hacerse respetar" en el universo delictivo también apura este tipo de episodios.

Los expertos discuten si la solución es bajar la edad de imputabilidad a 16 años. Para quienes están en contra de esta medida, la consecuencia directa será que la edad de iniciación en el mundo e los delitos graves comenzará aún más temprano.

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