Fue contactada por Facebook por trabajo; hoy la hallaron muerta

El asesinato de Araceli Ramos, de 19 años, conmociona a Argentina. El único detenido es un exmarino con 8 condenas y vínculos con trata de personas

A Araceli Ramos, de 19 años, la contactaron por Facebook. Como muchos jóvenes, ella buscaba trabajo. El 30 de setiembre salió a una entrevista que se realizaría en la zona de Caseros.

Desde esa tarde, no se la vio más. Pero esta madrugada, sobre la 1, hallaron su cuerpo en un baldío de Villa Madero. Estaba en posición fetal, atada con alambres en pies y manos. La Policía pudo determinar unos minutos después que se trataba de ella.

La pista de su paradero comenzó con el testimonio de un remisero de La Matanza. El hombre al que llevó hasta ese descampado cargaba un bulto extraño.

Le dijo que trabajaba con antenas y que siempre tiraba allí el material no reciclable.

La descripción correspondió con el hombre que había contactado a Araceli unos días antes, el titular del celular con el que había cruzado algunas llamadas horas antes de su desaparición.

El buscado se llama Walter Vinader y tiene 37 años. El perfil del criminal asombró a primera vista: fue cabo de la Prefectura.

Según los indicios reunidos por los investigadores policiales, serían firmes las sospechas de que la secuestró para entregarla a una red de trata de personas. Fuentes del caso dicen que Walter Vinader convenció a Araceli para que fuera a la casa de Puan 3754, en Caseros, antes de cederla a una organización delictiva.

Los responsables de la pesquisa habrían fundado esta presunción en el hallazgo de un videochat entre el imputado y la joven estudiante desaparecida hace once días, y de una foto en la PC del acusado.

Los investigadores determinaron, según el recorrido que quedó registrado en la tarjeta SUBE (de transporte colectivo) de Araceli, que el día de su desaparición Araceli primero visitó a una amiga en su casa de Villa Bosch y luego fue a la vivienda de Caseros.

TRATA Y SUELDO. Se sospecha que Vinader haya secuestrado a Araceli para entregarla a una red de trata estaría respaldada por una serie de indicios que figuran en un sumario administrativo que se le hizo en la Prefectura.

Poco a poco se fue descubriendo el prontuario del detenido.

El hombre cuenta con ocho procesos penales en su contra, dos condenas y un posible vínculo con la red de trata. Habría contactado a la víctima por Facebook y le habría ofrecido un trabajo de $4000.

A propósito de la casa donde fue citada Araceli, la Policía pudo atar otro elemento de investigación. Los agentes ya lo venían siguiendo por otra desaparición, la de Aída Amoroso, de 86 años. La mujer era la propietaria de la finca abandonada. Y era también la madre de un amigo, recientemente fallecido.

En 2011 Vinader fue detenido y condenado a tres años de prisión por falsificar la cédula de identidad de un compañero. Con ese documentó sacó un crédito y obviamente nunca lo pagó.
Al momento de su aprehensión, los uniformados encontraron armas de ataque -una masa, entre otras cosas- y varios afiches con insultos hacia una mujer. Pensaba pegarlos en la vía pública cerca de la casa de la víctima, pero el operativo se lo impidió.

Vinader es un hombre extremadamente violento con una mente criminal. Pero inexplicablemente andaba suelto más allá de la condena a dos años y diez meses que tenía pendiente. La justicia no lo consideraba peligroso para los demás,

La Policía había comprobado que los afiches estaban destinados a una persona con la que él había mantenido una relación afectiva. La víctima confesó que ella había decidido abandonarlo después de dos episodios violentos, y que desde entonces la extorsionada y acosaba todo el tiempo.

"Aparentemente se acercaba a las mujeres a las que conocía a través de distintas redes sociales. Algunas de esas mujeres habrían sido secuestradas para entregarlas a una red de trata de personas, mientras que en otros casos el acusado se dedicaba a ganarse la confianza de las víctimas para extorsionarlas y sacarles objetos de valor o hasta una casa", explicó uno de los investigadores al diario La Nación.

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