Ex rector Lichtensztejn: el auge agrícola originó "desigualdad"

Como jerarca de la Universidad de Veracruz, el político y académico uruguayo habló de la distribución en el ingreso y la concentración de la riqueza en América Latina

 

Para el investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana, Samuel Lichtensztejn las ventas agrícolas y mineras latinoamericanas redujeron la pobreza regional, pero originaron también "más desigualdad en la distribución y concentración de la riqueza, lo que comienza a emerger como una problemática social y política".

Según Samuel Lichtensztejn, "sería miope pensar que la crisis global es coyuntural o un ciclo económico" y no un cambio en la correlación de fuerzas y estructuras profundas con novedades como los países BRICS, "que aún sin fuerza para imponer condiciones tratan de influir en el G20 para superar el modelo neoclásico".

"China tiene también posibilidad de cambiar la estructura del poder financiero no solamente por sus gigantescas reservas sino por el papel que puede jugar el yuan en Asia e incluso América Latina", añadió.

El experto uruguayo habló en un seminario sobre las relaciones entre América Latina y China organizada por la Universidad mexicana.

Un mayor conocimiento y entendimiento entre China y América Latina para equilibrar y hacer sostenible una relación económica en aumento supone un gran desafío, según la visión de los especialistas que disertaron en la ocasión.

"Lo que aprendamos sobre China, sobre su idioma y cultura, debemos poder transferirlo a la sociedad y a los negocios ya que (China) es un mundo diferente", dijo a Efe Aníbal Zottele, coordinador del Centro de Estudios China-Veracruz que, junto a cinco profesores, participó en el seminario "Fortalecer la Asociación Estratégica China-México en la nueva situación internacional".

Para profundizar el conocimiento mutuo, añadió Zottele, los intercambios recíprocos con centros chinos de estudiantes, profesores e investigadores de Instituciones y Universidades latinoamericanas son una plataforma decisiva, señaló.

"Con 70.000 estudiantes, mi Universidad (pública), apenas tiene un centenar aprendiendo chino. Queremos que las diversas Facultades que puedan verse afectadas por la relación con China puedan transferir conocimientos a empresarios y profesionales para conocer a un país del que ya no se puede prescindir", destacó.

Según Zottele, "el idioma implica la transmisión de los valores culturales de una sociedad y el chino está entre los más utilizados del mundo. Los jóvenes deben aprenderlo como elemento vivo que transfiere la historia, pero también los comportamientos y modos de vida en las actuaciones prácticas".

"Los negocios y relaciones deben hacerse entendiéndose directamente, no a través de terceros o intérpretes", concluyó.

Por su parte, el subdirector del Instituto de América Latina, Yang Shouguo, dijo: "es necesario buscar la calidad en la relación de China con México y con los otros países de América Latina".

El presidente adjunto del CICIR, Yuan Peng, reconoció que el fruto del desarrollo económico chino benefició a una parte pequeña de la población china y la fabricación de productos de bajo valor agregado no cambió mucho el nivel de vida general.

Por su parte, la también investigadora del IIESES, Margarita Edith Canal, destacó el impacto y los retos que plantea para América Latina su relación con China del orden "social, económico, educativo, político, territorial y ambiental".

Sobre la eventual cooperación en medioambiente mexicano-china, el profesor Edgar González la dejó abierta "pues se necesitan nuevas políticas integrales y transversales con nuevos instrumentos una sociedad organizada en la toma de decisiones y la puesta en práctica de las acciones con monitoreo y evaluación" 

 

EFE

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