Entre cúmulos de basura y jabalíes, los romanos eligen a su nuevo alcalde

"El problema es que el sistema de basuras se basa en vertederos. Hay sólo dos y uno está por cerrar", explicó en una entrevista escrita a la AFP la actual alcaldesa Virginia Raggi.

En todos los rincones de la ciudad, incluso en el casco histórico, los botes de basura malolientes desbordan de desechos, lo que alimenta la desesperación de los romanos.

En Trastevere, un distrito turístico en pleno centro, repleto de bares y restaurantes, Tiziana De Silvestro, una sexagenaria, no esconde su enojo mientras pasea con su perro.

"La ciudad se ha llenado de animales, cuervos y gaviotas, por no hablar de ratones y cucarachas", dice a la AFPTV.

Cristiano Tancredi, de la asociación Retake Roma, no pierde en cambio la esperanza: "Hay muchos jóvenes y asociaciones de voluntarios que están reaccionando, no quieren vivir en una ciudad tan sucia", explicó.

Los cuatro candidatos en liza han prometido una limpieza extraordinaria de la ciudad inmediatamente después de la elección, que probablemente necesitará una segunda vuelta, fijada para el 17 y el 18 de octubre próximos.

Además de Roma, se votará por alcalde en otras ciudades importantes, entre ellas Milán, Nápoles, Bolonia y Turín.

En total, 12 millones de votantes sobre un total de unos 50 millones están llamados a acudir a las urnas.

Se trata también de un verdadero test para el líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, quien según los sondeos vencería las elecciones legislativas, pero sus candidatos podrían salir mal librados en los comicios municipales.

La primera mujer que ha llegado a ser alcalde de Roma, Virginia Raggi, del antisistema Movimiento 5 Estrellas, elegida en 2016, aspira también a un nuevo mandato de cinco años, pese a que su partido pasó de obtener el 33% de los apoyos al actual 16%.

A pesar de que se propuso superar, sin lograrlo, los problemas estructurales de la capital y que combatió con temple las mafias locales, Raggi parte con una fuerte desventaja.

Representante de la política anticasta, símbolo de una nueva generación, Raggi, de 43 años, no pudo resolver las graves deficiencias de la ciudad en el transporte, en la limpieza urbana y en la gestión de las empresas públicas, tres de los grandes males de Roma.

Gobernar la capital de Italia se ha convertido en sinónimo de imposible, de desgaste.

El bloque de centro y derecha presenta por su parte a un único candidato y tiene buenas posibilidades, según las últimas encuestas divulgadas.

Se trata de Enrico Michetti, un hombre impuesto por la líder derechista Giorgia Meloni, un locutor que proviene de la radio independiente, quien comparó el covid con una gripe y propuso usar el saludo romano fascista para despedirse de forma segura durante la pandemia.

La formación de centro-izquierda, el Partido Democrático (PD), que por años administró la ciudad, presenta como candidato a Roberto Gualtieri, 55 años, ex ministro de Economía del 2019 al 2021 durante el gobierno de Giuseppe Conte tras la alianza con el Movimiento 5 Estrellas (M5E).

Una relación que podría resultar clave para la segunda ronda y que garantizaría el regreso de un experto para gestionar dos citas importantes: el Jubileo del 2025 y la Exposición Universal del 2030, que aún no ha sido adjudicada.

"Es la cita que podría cambiar la cara de la ciudad, darle un futuro", sostiene Raggi.

El cuarto candidato, el centrista Carlo Calenda, del partido Acción, es al parecer el único que dice ser capaz de asumir el desafío de gobernar lo ingobernable, como suele asegurar.

Con un programa detallado de 2.000 páginas, el nieto del cineasta Luigi Comencini, de 48 años, ex ministro de Desarrollo y eurodiputado, perteneciente a la burguesía romana, no teme asumir lo que para muchos políticos ha sido una tumba política.

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FUENTE: AFP