Américo, el rey de los vestuarios, el hombre que siempre tiene una pregunta a flor de labios, se quedó sin palabras esta vez.
Estaba allí simplemente como padre y fue testigo del logro de su hijo Marcelo, quien celebraba con sus jugadores el triunfo de Hebraica ante Malvín.
Signorelli entrevista a Signorelli en Subrayado
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