Las escapadas del presidente francés François Hollande en moto para ver a su amante, la actriz Julie Gayet, tienen en vilo al país
El escándalo amoroso del presidente tiene en vilo a Francia
Hollande y su amante Julie Gayet se reunían en el apartamento de un actor y mafioso de Córcega. Los entretelones duben la temperatura en el invierno europeo
Hoy se conoció otro detalle del escandaloso episodio íntimo que desencadenó una tormenta política de proporciones.
El apartamento donde Hollande y Gayet se daban cita amorosa durante meses resultó ser del mafioso de Córcega, Michel Ferracci, condenado a 18 meses de cárcel.
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Ferracci -que también ha sido actor convenientemente especializado en papeles de gangster- hace años que no vive allí. Está preso desde noviembre por extorsión de fondos en un círculo de juego parisino.
Esta relación casual con el presidente Hollande no ha sido bien vista socialmente y en especial en círculos políticos.
Lo que ocurrió, en realidad, es que Gayet fue pareja de Ferracci y también de François Masini, otro capo corso asesinado en mayo de 2013. Esta relación es señala por Mediapart, una publicación francesa de intachables antecedentes.
Otras informaciones señalan que Gayet recibió las llaves del apartamento de manos de la también actriz Emmanuelle Hauck, última compañera sentimental de Ferracci, con quien tiene una larga relación de amistad.
Para el abogado del recluso las cosas son más simples. Explicó que la familia Ferracci posiblemente haya “prestado” ese departamento a amigos y amigas, o alquilado a conocidos sin acuse de recibo formal.
La rue du Cirque está llena de estos edificios cuyas unidades se alquilan por día, hora o semana.
En el edificio del número 20 los amantes compartían ascensor con los empleados de Pierre Cardin.
Se trata de una zona de compras de lujo, que está a dos cuadras de los Campos Elíseos.
El romance del presidente francés ha abierto el debate sobre el futuro y el rol de la pareja del jefe de Estado, Valérie Trierweiler, que permanece en el hospital en el que fue ingresada para someterse a una “cura de reposo” tras estallar el escándalo.
La primera persona consciente de que la situación requiere una aclaración es la propia Trierweiler, según se desprende de una conversación mantenida con el reportero de “Le Parisien” Fréderic Gerschel, quien obtuvo una exclusiva durante la internación.
“Es consciente de que se plantea un problema político, de que no puede seguir teniendo un gabinete y utilizar fondos estatales”, dijo el periodista en una entrevista en la emisora “RTL”, donde reveló que Trierweiler cree que se impone un esfuerzo de transparencia.
Según informa EFE, la figura de la primera dama en Francia no está regulada por ley, pero goza de ciertos privilegios, como un despacho en el Palacio del Elíseo y personal a su servicio, que hacen de ella una figura pública, que suele acompañar al presidente en viajes al extranjero y lleva a cabo labores de cariz humanitario.
Trierweiler “parece dispuesta a perdonar (...) pero quiere saber rápidamente cuáles son las intenciones de Hollande”, dijo una persona del entorno presidencial a “Le Parisien”. La periodista no ignoraba los rumores que circulaban desde hacía meses, prefirió creer que eran falsos.
Sin embargo Hollande, según ha trascendido, confirmó el romance un día antes de la publicación, y la pareja se habría dado varios días de reflexión antes de aclarar su situación también a nivel público.
La última vez que Trierweiler acudió a un acto oficial en compañía de Hollande fue el pasado 7 de enero, y su siguiente convocatoria de envergadura está prevista para el 11 de febrero, fecha de un viaje a Estados Unidos para reunirse con el matrimonio Obama.
La revista “Closer” prácticamente ha duplicado sus ventas en papel y ha visto incrementar en un 713 % las visitas registradas en su edición digital “lekiosk.com”, hasta alcanzar un tráfico de 1,4 millones de personas.
Así justificó Closer la publicación de la primicia.
FOTO: de izquierda a derecha, la esposa, el presidente y la amante.
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