Cuando mueve las manos, Sami Abu Shamsia deja ver sus muñecas vendadas, secuela de las heridas que le infligieron los delincuentes que lo secuestraron en octubre, un ejemplo de la ola de criminalidad sin precedentes que afecta a los árabes en Israel.
El crimen organizado toma por blanco a la minoría árabe de Israel
Cuando mueve las manos, Sami Abu Shamsia deja ver sus muñecas vendadas, secuela de las heridas que le infligieron los delincuentes que lo secuestraron en octubre, un ejemplo de la ola de criminalidad sin precedentes que afecta a los árabes en Israel.
Sami Abu Shamsia también señala los agujeros de bala en el portón de su casa en Jerusalén Este, blanco de disparos en los días previos a su secuestro, tal vez obra también de sus raptores.
Este palestino de 47 años, que se dice una víctima colateral, pasó cinco días retenido en Lod, una ciudad del centro con una importante población árabe.
Los árabes de Israel, que representan el 20% de su población, son los descendientes de los palestinos que se quedaron en sus tierras cuando se creó el Estado de Israel en 1948.
"Me vendaron los ojos. Durante mi secuestro estuve tirado en el piso, con las manos detrás de la espalda atadas a mis pies", contó, aún impactado. "Me golpearon y amenazaron con dispararme a las piernas", recordó.
Shamsia fue secuestrado porque los criminales no encontraron a su hermano, inmerso en problemas con varias bandas de criminales, con las que tendría una deuda de 270.000 dólares, según contaron a la AFP sus familiares en Jerusalén-Este, parte palestina de la ciudad, ocupada y anexada por Israel.
Su rapto fue captado en cámaras de seguridad, que muestran cómo varios hombres obligaron al hombre a entrar en un vehículo y se dieron a la fuga.
"Yo insistí en que no pagaría una deuda que no era mía", aseguró este hombre.
Al parecer, su terquedad propició su liberación cinco días después.
Según el Aman Center, una organización que trabaja para contener la violencia entre la comunidad árabe de Israel, 128 civiles árabes murieron debido a esta ola de violencia en 2021.
El mismo grupo registró 113 muertes de este tipo en 2020, 96 en 2019 y 67 en 2018. La mayoría de las víctimas fueron hombres, según varias fuentes.
El ministro israelí de Seguridad Pública, Omer Barlev, dijo que "las familias de criminales en las zonas árabes" tienen "agarrados por el cuello" a todos los habitantes.
El primer ministro Naftali Bennett aseguró que se había formado "un Estado dentro del Estado" y dijo que estas bandas poseen "una cantidad de armas ilegales digna de un pequeño ejército".
La coalición de gobierno de Bennett, la primera en Israel en contar con el apoyo de un partido árabe, aprobó en octubre un plan de 9.400 millones de dólares para los próximos cinco años para mejorar las condiciones socioeconómicas de su población árabe, que se siente discriminada.
Walid Haddad, un criminólogo que fue consejero del ministerio israelí del Interior, dijo que en el país hay cinco grandes grupos de crimen organizado controlados por familias árabes, que han aumentado su poder desde 2003.
Ese año, el fallido intento de asesinato del conocido mafioso israelí Zeef Rosenstein dejó a tres inocentes muertos en el centro de Tel Aviv, y llevó al entonces primer ministro, Ariel Sharon, a ordenar un asalto sobre el crimen organizado israelí.
Pero una vez que se logró, las bandas árabes, que estaban a sueldo de las mafias israelíes, "comenzaron a llenar el vacío de poder", dijo Haddad a AFP en Nazaret, otra ciudad de mayoría árabe.
Y "decidieron centrar sus actividades en comunidades árabes, porque saben que a la policía no le importa lo que ocurre allí", agregó.
Haddad y otros expertos dijeron a AFP que parte de la violencia se debe a los préstamos que concede esta mafia árabe, que ofrece dinero rápido a conciudadanos de origen palestino que no tienen acceso a los bancos israelíes.
Jaafar Farah, director del Centro de Derechos Igualitarios en la ciudad israelí de Haifa, también con una importante población palestina, comentó que "los bancos israelíes discriminan a los ciudadanos árabes".
A menudo "no les dan préstamos, así que la gente recurre a créditos con intereses altos otorgados por bandas criminales en el mercado negro", explicó Farah.
Pero si no paga, "primero le rompen las piernas y luego lo matan", agregó.
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FUENTE: AFP
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