discriminación

Drag queen brasileña lucha contra homofobia con cuentos para niños

Helena Black es una drag queen que lucha contra la homofobia en centros culturales de Brasil; pese a que la homofobia y transfobia son considerados crímenes desde 2019, el país lidera en muertes violentas de personas trans.

"El amor verdadero de la princesa no era el príncipe Febo ni ningún otro hombre: era la costurera", relata a un público infantil Helena Black, una drag queen que lucha contra la homofobia en centros culturales de Brasil.

Con maquillaje recargado y una voluminosa peluca fucsia, Helena va de un lado a otro contando la trama de amor LGTB+, en una sede social de San José dos Campos, cercana a la ciudad de San Pablo.

Como en todo cuento de princesas, el desenlace es feliz, pero atípico: "Personas de todos los reinos vecinos asistieron al casamiento; algunos por amistad, otros por la curiosidad de ver la unión entre dos mujeres", dice Helena, que interpreta con voces y muñecos el cuento de la autora brasileña Janaína Leslao.

La presentación cierra con aplausos.

"Los niños no nacen con prejuicios, no son ni homofóbicos, ni racistas; son los adultos quienes se los inculcan", declara a la AFP Paulo Reis, profesor de Artes y actor, de 40 años, que personifica a esta drag queen con aire payasesco.

Reis, que se identifica como homosexual, negro y de la periferia, lucha con su personaje contra la homofobia en Brasil, donde 2,9 millones de adultos se declaran homosexuales o bisexuales, entre una población de 213 millones.

Pese a que la homofobia y transfobia son considerados crímenes desde 2019, el país lidera el número de muertes violentas de personas trans, con un centenar entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, 31% del total, en 35 países relevados por la ONG Transgender Europe.

Además, avanza en el Congreso una iniciativa para prohibir el casamiento entre personas del mismo sexo, validado por la Corte Suprema en 2011.

Desde 2017, Reis ha contado cuentos con temáticas de la comunidad LGBT+ a niños y adultos en decenas de centros culturales y bibliotecas de San Pablo y otros estados.

La alcaldía de San Pablo, la mayor metrópoli latinoamericana, auspició sus presentaciones en una iniciativa denominada "Mamá, ¡hay una Drag Queen contando historias!".

Más allá de los 'shows'.

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Foto: AFP.

Foto: AFP.

Para este brasileño oriundo de una familia pobre, el arte es su principal medio de vida.

"Se cree que un hombre vestido de mujer solo puede ser algo trivial, pero una drag queen también puede educar y ocupar espacios más allá de las casas de shows y trabajos sexualizados", afirma.

Su presencia en espacios culturales, "es un acto político, de resistencia" frente a los prejuicios de género y sexualidad, señala.

Vanesa Marques, artesana de 44 años, asistió junto a su hija María Beatriz, de ocho, a un "show" de Helena Black en el municipio de Guarulhos, estado de San Pablo.

"Tenía curiosidad, pero como católica, estaba algo preocupada", admite Marques.

Finalmente, "rompí los preconceptos y este primer acercamiento de mi hija al tema LGBT fue con el mismo mensaje que le quiero transmitir: Tenemos que amarnos, independientemente de nuestras elecciones, razas o religiones", subraya.

Roberval Rodolfo de Oliveira, coordinador de Artes Escénicas del SESI Sao Jose dos Campos, donde actuó la drag, considera importante "abordar la diversidad para ampliar el entendimiento de los niños y que se conviertan en agentes de paz, contra la violencia".

Por otra parte, su inclusión es "una oportunidad de exponer la calidad artística para personas que suelen ser excluidas", señala.

Y aunque pueda causar rechazo de algunos, "incomodar es inherente al arte", dice Roberval.

De la biblioteca a la refinería.

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Foto: AFP.

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Helena Black también ha extendido sus mensajes al sector corporativo.

Interpretó "La princesa y la costurera" ante decenas de trabajadores de una refinería de la estatal Petrobras en la localidad de Cubatao, estado de Rio de Janeiro.

"Fue una buena experiencia poder contar una historia LGTB+ ante un público mayoritariamente masculino, en un ambiente típicamente heterosexual", asegura Reis.

A esa "conquista", sueña con sumar espacios en televisión o plataformas de streaming y "evitar que Brasil ignore a otro artista homosexual, negro y de la periferia, como acostumbra".

Por Luján Scarpinelli / AFP.

FUENTE: AFP

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