El colectivo “¿Dónde están nuestras gurisas?” fue fundado en 2017, cuando se cumplió un año de la desaparición de Milagros Cuello en Pando, y busca acompañar a las familias de mujeres desaparecidas.
"¿Dónde están nuestras gurisas?": el colectivo que acompaña a familias de mujeres desaparecidas
"No es comprendido como un problema social”, dice una integrante del colectivo. Ana Hernández, madre de Mariana Rivero, pide por su hija: "Necesito que alguien me diga algo”.
“Surgió porque empezamos a ver muchos casos de gurisas que estaban desaparecidas y después no teníamos muy claro qué pasaba, si aparecían o si no. Nos empezamos a acercar a algunas familias”, cuenta María Zino, integrante del colectivo.
Indica que de los casos que les llegan a ellas, hay 45 mujeres que aún no fueron encontradas.
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Milagros Cuello, que desapareció en diciembre de 2016. “Nos encontramos con que Nancy, su madre, estaba muy sola en la búsqueda. Se acercaron otras familias de gurisas que estaban desaparecidas hace más tiempo, y nos encontramos siempre con lo mismo: poca difusión, poca visibilidad, que no es comprendido como un problema social”, señala.
Zino también dio recomendaciones sobre qué hacer en casos como estos, en los que se está “desorientado” porque “nadie está preparado para que le desaparezca alguien cercano”, señala.
“Nosotras siempre decimos que no hay que esperar 24 horas para denunciar. La denuncia se puede hacer en cuanto se sepa que alguien está desaparecido, ya sea que fue hace cinco minutos”, dice.
Zino agrega la importancia de “difundir cuanto antes, contactar a todas las personas que piensen que puedan tener información, ya sea su círculo de amistades, ya sea si en las redes sociales quedó de verse con alguien y si hay conductas que son más o menos esperables o hábitos o no. Y sobre todo asegurarse de que esa información está siendo tomada por la Policía o Fiscalía y que hagan algo con eso”.
Desde el colectivo entienden que “faltan respuestas” desde el Estado, recursos, así como mejor acompañamiento a las familias y que se comprenda que son también víctimas.
MARIANA RIVERO
Uno de los casos más recientes visibilizados por “¿Dónde están nuestras gurisas?” es el de Mariana Rivero, que fue vista por última vez el 20 de octubre.
Ana Hernández es la madre de Mariana y vive en Paysandú, desde donde su hija se mudó a Montevideo a estudiar cuando cumplió los 18 años.
“Es una chica divina, tiene una familia atrás que la está buscando. Estaba haciendo la Escuela de Nutrición, el año pasado se recibió de Farmacia Hospitalaria, es voluntaria en un centro de rehabilitación. No puede desaparecer diez días alguien que no tiene costumbre de hacer esto por su propia voluntad. Yo conozco a mi hija, no lo hace”, afirma Hernández.
Para su madre, la joven está retenida. “Como mamá, te lo digo, no me cabe la menor duda. El panorama que veo es espantoso. La angustia, la incertidumbre”, dice.
“Yo sé que esto no está bien, que no va a aparecer sana. Que está rota por todos lados. Son diez días que no ha estado con su familia. Nadie que la tenga retenida la puede estar tratando como en su casa, eso es imposible. Tengo que estar fuerte porque sé lo que se viene. Y si me desarmo no la armo a ella. Necesito que alguien me diga algo”, pide.