Costa Rica culminó este domingo su votación para nuevo presidente entre 25 candidatos y sin ningún favorito para afrontar la crisis económica que golpea a una de las democracias más estables de América Latina, lo que hace prever una segunda vuelta.
Costa Rica elige presidente entre 25 candidatos y sin favoritos
Costa Rica culminó este domingo su votación para nuevo presidente entre 25 candidatos y sin ningún favorito para afrontar la crisis económica que golpea a una de las democracias más estables de América Latina, lo que hace prever una segunda vuelta.
"A partir de este momento, se cierran las juntas receptoras de votos y se realiza el escrutinio preliminar", informó el Tribunal Supremo de Elecciones. El primer corte de resultados oficiales debe divulgarse a partir de las 20H45 locales (02H00GMT del lunes).
En estos comicios también se eligen a los 57 diputados del Parlamento. Las autoridades electorales destacaron una concurrencia masiva a las urnas, pese a que la campaña se caracterizó por el poco entusiasmo ciudadano.
Los analistas políticos Gina Sibaja, Alejandro Molina y Eugenia Guillén coincidieron en que esta ronda electoral no tendrá un ganador absoluto, pues ningún candidato alcanzará el 40% de necesario, lo cual activará un balotaje entre los dos más votados, el 3 de abril.
Entre los candidatos, según los sondeos previos, solo cinco tienen posibilidades reales de llegar al balotaje.
El primero de ellos es el expresidente centroizquierdista José María Figueres (1994-1998), quien lideró los sondeos con 17% de adhesiones.
"Tenemos un millón y medio de personas viviendo en pobreza y medio millón en pobreza extrema. Hay faltante de soluciones habitacionales de 160.000 viviendas. Esas cosas nunca las habíamos vivido en esa magnitud", dijo Figueres.
Segunda en encuestas estaba la socialcristiana Lineth Saborío, con 13%.
"Sentimos que estamos logrando nuestros objetivos. Tenemos seguridad de los resultados, vamos a continuar avanzando", expresó Saborío tras sufragar.
Por su parte, en el tercer escalón con 10,3% de las preferencias, estaba el conservador evangélico Fabricio Alvarado, el aspirante de Nueva República que alcanzó la segunda vuelta en 2018 pero perdió ante el presidente saliente, Carlos Alvarado.
"Ha sido una campaña cansada físicamente, pero estamos contentos y con la expectativa de lograr la meta y ganar estas elecciones", declaró.
Los otros aspirantes con opciones son el economista de derecha Rodrigo Chaves (8,2%) y el izquierdista José María Villalta (7,6%).
Los cinco candidatos estuvieron acompañados este domingo por múltiples seguidores que animaron una elección que, hasta el sábado, era fría y caminaba de la mano de la incertidumbre, con 31,8% del electorado indeciso, según encuestas.
A lo largo de la jornada varios de los aspirantes aseguraron que los indecisos finalmente acudieron a las urna.
Ese descontento ciudadano ha sido tangible, pues creció desde la votación presidencial de 2010, llegando hasta 34,3% en 2018.
Para los analistas, la gran oferta de candidatos también es el reflejo de un país que, a pesar de su estabilidad, sufre de enorme desconfianza política.
Uno de los escenarios en el balotaje puede enfrentar a los partidos tradicionales: Partido Liberación Nacional (PLN), de Figueres --presidente en 1994-1998--, y Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) de Saborío --vicepresidenta en 2002-2006--.
Esto traería de vuelta el bipartidismo del siglo XX, quebrado con el triunfo del Partido Acción Ciudadana (PAC), que gobernó los últimos ocho años pero hoy es impopular y no tiene posibilidades.
Durante la jornada, el presidente Alvarado se limitó a destacar la solidez democrática del país.
"Estamos entre las democracias más fuertes del mundo y hoy reafirmamos eso con nuestro voto (...) Otros países no tienen esta opción libre. Nosotros tenemos elecciones de manera no interrumpida desde 1953", subrayó.
De manera similar opinó Isabel de Saint Malo, jefa de misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Este es un país con democracia robusta y un ejercicio electoral sólido. Da gusto y es interesante. Ofrece elementos de aprendizaje para otros países", adujo.
Francisco Zeledón, de 35 años y vecino de Moravia, en San José, expresó que "votar es el arma más importante que tenemos para solucionar los problemas, no nos podemos quejar después. Hay que resolver la pobreza y generar trabajo para la gente".
Conocido por ser el primer país de Latinoamérica en el ránking global de felicidad 2018-2020 y su activismo medioambiental, Costa Rica ve opacada su alegría por una severa crisis financiera y social.
El desempleo (14,4% en 2021), la pobreza (23% en 2021) y una economía con deuda pública equivalente al 70% del PIB encendieron las alarmas de organismos multilaterales.
La situación se agravó con la pandemia de covid-19, que golpeó duramente al turismo, uno de sus principales motores.
Además, en los últimos 13 años, dos expresidentes enfrentaron juicios por corrupción (uno fue condenado) y en 2021 estallaron dos casos de irregularidades millonarias en el sector de obras públicas, con ministros involucrados.
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FUENTE: AFP
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