Coracero intentaba evitar un robo y fue herido por sus colegas

Un policía de la guardia de coraceros que recibió un disparo de propios colegas mientras intentaba detener un robo, hoy está impedido de trabajar y espera por justicia

 

Gilmar González tiene 38 años, hasta marzo de este año era policía de la guardia de coraceros.  El 18 de ese mes estaba de particular en Ciudadela y Cerro Largo cuando detuvo a una persona que había roto un vidrio en el Inda. Pero de pronto sintió 4 disparos: fue herido por sus propios colegas.

Desde entonces  no pudo volver al servicio tras quedarle su mano derecha inservible. Tiene 6 hijos, y dijo estar muy indignado por la situación, ya que ni siquiera le brindaron asistencia.

También declaró que tras el incidente fue amenazado de muerte y cesado del servicio de  mantenimiento que prestaba en el Hospital Policial.

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