El ambiente marginal une a los barra bravas, por más que sean de hinchadas adversarias. Un informe del Departamento de Operaciones Especiales (DOE) de la Policía de Montevideo muestra vinculaciones entre hinchas violentos y delincuencia, y su nexo con el mundo de las cárceles.
- Deportes >
Barra bravas cobran por corear jugadores y piden dinero de pases
Una investigación del Inspector Principal (r) Juan Carlos Cipollini muestra cómo son os nuevos liderazgos en las tribunas del fútbol uruguayo. Cárceles y doble discurso
El trabajo de investigación se adentra en la estructura de las barra bravas de Nacional y Peñarol, sistemas jerárquicos que cuentan con dos líderes y 65 “capitanes” y se organizan de manera planificada, generar medios logísticos y se multiplican a través de las redes sociales.
El autor, Inspector Principal (r)Juan Carlos Cipollini, ex jefe del Estado Mayor de la Jefatura. dijo a El País que investigó durante más de cuatro años a estas formaciones de hinchas del fútbol uruguayo. Durante mucho tiempo, y aun hoy, este oficial ha sido el principal referente del control en los estadios. Posee formación en seguridad en el deporte, y ha trabajado conjuntamente con la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Liga Uruguaya de Basket.
Semifinales del Mundial de Clubes con tres europeos y un solo sudamericano
Según Cipollini, los liderazgos ya no se consiguen exclusivamente a base de fuerza física. “La mayoría de los líderes (de las hinchas de Peñarol y Nacional) no miden más de 1.60 metros.
Pero en contrapartida, estos nuevos líderes tienen contactos e inteligencia para manejar a los grupos.
El policía investigó la entrega de dinero a barra bravas por parte de los dirigentes. También reciben entradas que luego venden entre la parcialidad, pirotecnia y aporte de jugadores para que coreen sus nombres. “En algún caso han pretendido dinero por el pase de algún deportista”, comentó Cipollini.
“Hay un doble discurso de los dirigentes”, dijo el exoficial de la Policía. “Por un lado dicen estar en contra de la violencia y por otro dan dinero, entradas y hasta contratan ómnibus”.
Una de las claras pruebas de este doble discurso, dijo Cipollini, es que referntes de la barra brava operan como jefes de seguridad. En Nacional son “El Sapo” y “El Negro”. En Peñarol “El Jorgito” y “El Henry”.
Dejá tu comentario