Michel Temer, el masón "cerebral" que asumió la Presidencia de Brasil

En diciembre, envió una carta a Dilma Rousseff en la cual sentó las bases del "golpe" que se concretó en las últimas horas.

Es "reservado", "educado", "ceremonioso", "callado", "ponderado", "conciliador", "cerebral" y "tranquilo", "superencantador", "atento" y "culto".

Así describen diversos actores políticos, de distinto signo, a Michel Temer, de 75 años, el próximo presidente de los brasileños.

En 2010 cerró un acuerdo electoral con Dilma Rousseff que lo llevo a Planalto.

Hasta entonces, era tan bajo perfil que muy poca gente sabía de él.

Sin embargo, en los pasillos de Brasilia todos sabían quién es este señor de cabello plateado, casado con una hermosa mujer 43 años menor, exMiss San Pablo para más datos.

Con Marcela Tedeschi Araújo tiene dos hijos. Temer tiene además tres hijas de su primer matrimonio y un hijo de otra relación.

El vicepresidente nació en 1940 en una zona rural de San Pablo. Fue el último de ocho hermanos.

Sus padres llegaron desde Btaaboura, una aldea de 200 habitantes en el norte de Líbano.

Actualmente la calle principal de la localidad lleva su nombre, aunque con una errata: Michel Tamer (sic), vicepresidente de Brasil".

En los 70 destactó como abogado y profesor universitario. En 1982 dejó su estudio jurídico para asumir el puesto de Procurador General de Sao Paulo.

Luego ocupó la Secretaría de Seguridad Pública del estado, que él mismo había recomendado crear.

Temer es masón. Llamó la atención del sistema político porque en aquellos tiempos turbulentos supo negociar con estudiantes y sin techo, que entonces invadían predios y desafiaban a la Policía.

Sus compañeros de la secretaría recuerdan que es un hombre ejecutivo y organizado, pero que le gusta delegar y rodearse de equipos de confianza.

Intervino en la discusión de las primeras delegaciones de defensa de la mujer y de los derechos de autor en el país.

A mediados de los 80, Temer entró en la asamblea federal como diputado suplente, camino que repitió en 1990 no sin antes pasar por la Asamblea Constituyente, cuando votó en contra de medidas como la reforma agraria y el derecho al voto a los 16 años.

Temer pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), una fuerza de centro derecha que llevo a cabo un acuerdo electoral en 2010 y rompió con el gobierno este año.

En diciembre, salió de su cómoda estrategia, tal vez como un aviso a los navegantes.

Entonces, Temer le envió una carta a su jefa, Dilma Rousseff, en la que le reclamaba dejar de ser un "vicepresidente decorativo".

Prefirió hacer pública la carta porque “Las palabras vuelan; los escritos permanecen”.

Aunque su nombre ha sido mencionado por delatores del escándalo de sobornos en la petrolera estatal Petrobras, la fiscalía ha evitado hasta ahora pedir investigarlo como sí hizo con decenas de políticos.

No obstante, una corte electoral de São Paulo condenó este mes a Temer por pasar el límite de donaciones electorales, lo que puede llevar a que le prohíban presentarse a elecciones por ocho años, aunque no le impediría ejercer el gobierno ahora.

Además, el mayor tribunal electoral de Brasil estudia denuncias que piden anular el mandato de Rousseff y Temer bajo el argumento de que su campaña de 2014 recibió dinero desviado de Petrobras.

Temer quiere asumir la presidencia pero niega que piense en ser candidato presidencial en 2018, intentando calmar a posibles aliados que sospechan que al apoyarlo fortalecerían su figura y perjudicarían las posibilidades electorales propias.

Pretende. dice, encabezar un gobierno de "unidad" o "salvación" nacional, formar un gabinete y una coalición legislativa se volvió una tarea compleja para Temer, que trabaja en eso desde hace semanas.

Entre sus principales colaboradores hay políticos investigados por la justicia como Geddel Vieira Lima, un exejecutivo de un gran banco público que sería secretario de gobierno, o Romero Jucá, un senador investigado en la causa Petrobras que sería ministro de Planeamiento.

La idea inicial de Temer era formar un gabinete de notables, informa BBC. Sin embargo, se ha inclinado por nombrar políticos de distintos partidos para lograr mayorías en un Congreso que conoce desde dentro.

Ahora, Temer prepara un mensaje público donde, según medios de comunicación locales, prometerá dejar que continúen sin interferencia las devastadoras investigaciones de sobornos en Petrobras.

Además prevé recortar gastos para frenar el déficit presupuestal, que llegó a 10,8% del PIB.

Según se anuncia en Brasilia el nuevo ministro brasileño de Hacienda sea Henrique Meirelles. Todos los perfiles coinciden en que se trata de  un ortodoxo, quien fuera expresidente del Banco Central y ejecutivo financiero.

Meirelles ya trabaja en reserva en un plan de ajuste.

Entre las medidas que se estima que serán impulsadas figuran privatizaciones de empresas estatales para obtener recursos fiscales y una reforma del sistema de pensiones.

Observadores políticos señalan que su principal desafío será mejorar el ambiente económico, pero muy rápido, al punto de tener nuevamente inversiones y contener el desempleo.

Según la revista Veja, este es el equipo de 21 nombres que tiene en mente el presidente interino:


- Gilberto Kassab, ministro de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones.

– Raul Jungmann, ministro de Defensa.

– Romero Jucá, Planeamiento.

– Geddel Vieira Lima, ministro jefe de gobierno.

– Sérgio Etchegoyen, ministro-jefe de Seguridad Institucional

– Bruno Araújo, ministro de Ciudades

– Blairo Maggi, ministro de Agricultura Ganadería.

– Henrique Meirelles, ministro da Hacienda.

– Mendonça Filho, ministro da Educación y Cultura.

– Eliseu Padilha, ministrojefe de la Casa Civil.

– Osmar Terra, ministro do Desarrollo Rural y Agrario.

– Leonardo Picciani, ministro de Deportes.

– Ricardo Barros, ministro de Salud.

– José Sarney Filho, ministro de Medio Ambiente.

– Henrique Alves, ministro de Turismo.
– José Serra, Cancillería

– Ronaldo Nogueira de Oliveira, ministro de Trabajo.

– Alexandre de Moraes, ministro da Justicia y Ciudadanía.

– Mauricio Quintella, ministro dos Transportes, Puertos y Aviación Civil.

– Fabiano Augusto Martins Silveira, ministro de Fiscalización y Transparencia.

– Fábio Osório Medina, Abogacía General de la Unión.

 

FOTO: BBC

 

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