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Uruguay acusa a Argentina de no actuar de buena fe en el caso UPM
El canciller Almagro respondió por carta el anuncio de Argentina de recurrir otra vez a La Haya por la pastera y de revisar toda la relación bilateral.
El canciller Luis Almagro apuntó a la “buena fe” que dice haber tenido Uruguay para respetar el fallo de la Corte Internacional de La Haya sobre la pastera UPM (ex Botnia) y señala que el comportamiento de Argentina al respecto se aleja de ese concepto de “buena fe”.
“La decisión de su gobierno de recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya por 100.000 toneladas de celulosa, además de ser desproporcionadamente costosa, es infundada y atenta contra el principio del cumplimiento de buena fe de los tratados internacionales”, dice Almagro en la carta enviada a su par argentino Héctor Timerman.
Se refiere a la autorización resuelta por el presidente José Mujica la semana pasada y que le permite a UPM aumentar la producción tal y como lo solicitó hace más de dos años.
En octubre de 2013 Mujica autorizó a UPM a producir más, pero no todo lo que pedía. El resto de los solicitado se autorizaría si la pastera cumplía con inversiones pendientes para mejorar el tratamiento de residuos tóxicos.
La semana pasada el gobierno anunció que UPM había cumplido con esas inversiones y por eso autorizó el resto del aumento de producción solicitada en un principio, hace más de dos años. Ahora UPM puede producir algo más de 1,3 millones de toneladas al año.
Esta última autorización molestó a Argentina y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció que llevaría otra vez a Uruguay a La Haya y que ponía, desde ahora, toda la relación bilateral bajo revisión.
“La buena fe en el cumplimiento de los Tratados -sigue Almagro en su carta- implicaría que la República Argentina hubiera aprobado en la CARU los proyectos de aumento de producción de UPM, el proyecto de DIFALOR, los proyectos de infraestructura y navegabilidad del Puerto de Nueva Palmira, dentro de los plazos previstos por el Estatuto del Río Uruguay”.
“El cumplimiento de buena fe de los compromisos internacionales no es compatible con generar por la vía de los hechos un derecho de veto que no existe y que no ha sido reconocido ni por el Estatuto del Río Uruguay ni por el fallo de la Corte Internacional de Justicia del año 2010, a partir de la prolongación indefinida de los mecanismos de información y consulta”, agregó el canciller uruguayo.
“De la misma manera, en el marco del Derecho y de las instancias multilaterales y regionales Uruguay estará dispuesto de todas formas a probar su razón, como ya lo hizo tanto en la Corte Internacional de Justicia como en el Tribunal Arbitral del Mercosur”, señala Almagro en su carta, publicada este sábado en la página oficial de la Cancillería uruguaya.
Almagro sostiene que Uruguay “está dispuesto a negociar sin dilaciones”. “De la misma forma en que no hemos dilatado las decisiones que correspondían para autorizar y favorecer el desarrollo productivo nacional desde las inversiones de UPM, Difalor y otros proyectos de infraestructura o de navegación que cumplan con las exigencias legales nacionales”, agrega.
El canciller uruguayo insiste en que “es una afirmación infundada sostener que la autorización de las autoridades nacionales constituya una violación de nuestras obligaciones internacionales o una ruptura unilateral del mecanismo de consultas entre ambos países. Por el contrario, se trata de la conclusión de un extenso proceso de análisis y consultas realizadas a partir de una solicitud de la empresa UPM presentada en abril del año 2011 y canalizada a través de los organismos nacionales competentes”.
Almagro asegura en la carta su “sorpresa” ante el anuncio de Argentina de revisar todas las políticas bilaterales con Uruguay, no solo lo que refiere al caso UPM
“El gobierno uruguayo ha reclamado en forma reiterada un ejercicio conjunto de esa naturaleza, orientado a examinar y dar respuesta a las medidas unilaterales que la República Argentina ha venido adoptando y que perjudican injustificadamente al comercio, el turismo y los puertos uruguayos, así como las hidrovías de la región y en definitiva, perjudicando también la integración regional”, advierte Alamgro.
“El gobierno uruguayo espera que esta revisión que Ud. anuncia (le dice a Timerman) no signifique un abandono unilateral del diálogo entre nuestros dos países, que seguramente alentará un retorno a una de las peores épocas de las relaciones bilaterales, al bloqueo de los puentes binaciones, la paralización de la integración fronteriza, la puesta de obstáculos a los dragados y las obras de infraestructura en los ríos comunes y a las trabas al comercio”.
“Descarto que esté en el ánimo de su gobierno favorecer un futuro tan regresivo y ensombrecedor para nuestras relaciones. Por el contrario, nuestro país aspira a que la República Argentina renueve su voluntad de diálogo honrando así una tradición que en numerosos momentos de nuestra historia común ha permitido superar los conflictos de intereses que se han presentado”.
Al finalizar, Almagro le propone a Timerman retomar la “mesa de diálogo” que se había conformado bajo la dirección de ambos cancilleres sobre el caso UPM y toda la relación bilateral.
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