Tres policías y un guardia asesinados en lo que va del año

Tres de ellos en rapiñas y uno en una riña fuera de un boliche. Los responsables están presos y uno de ellos murió. En 2012 fueron ocho los policías muertos en acción.

 

En lo que va de 2013 fueron asesinados tres policías y un guardia en diferentes hechos violentos. En 2012, ocho policías fueron asesinados.

En febrero, el agente Ariel Silva, de 43 años, fue asesinado mientras cumplía servicio 222 en la sucursal de la financiera Cash de Piedras Blancas. Recibió un balazo en la cabeza por parte de uno de los dos delincuentes que intentaron rapiñar el local.

Silva estaba sentado en un banquito detrás de la puerta de ingreso, que estaba abierta cuando vio venir a los ladrones e intentó impedirles el paso.

Uno de ellos le disparó en la cabeza. El homicida y su cómplice tienen 16 y 17 años y en esa ocasión se presentaron ante la Policía con el arma homicida. El caso quedó aclarado.

En marzo, el policía Rodrigo Ducce, de 24 años, fue asesinado de siete balazos en la puerta de un boliche céntrico. Trabajaba como agente encubierto en la seccional segunda y esa noche estaba de franco.

Lo mataron con su propia arma de fuego tras una discusión con un hombre y su hijo. El joven que le disparó fue procesado con prisión por homicidio sin agravantes y su padre, que también participó en la riña, está libre.

La madre del policía insistió en la versión de que a su hijo lo mandaron matar para cerrarle la boca por un tema de drogas.

El domingo 14 de julio falleció Ángel Urdiozola, de 32 años. Trabajaba como guardia en una panadería de Malvín Norte cuando fue ejecutado de un balazo en la nuca.

Dos delincuentes con casco de moto entraron a robar el comercio. Al verle las esposas y el arma, uno de los ladrones pensó que era un policía y le disparó.

Urdiozola nunca fue policía y hacía tareas de vigilancia en dos panaderías. Era padre de cinco hijos.

El autor del crimen fue un adolescente de 16 años que ya está en INAU.

El pasado sábado se produjo el tercer asesinato de un policía en lo que va del año. Richard Castro tenía 41 años y trató de evitar una rapiña en una panadería de Garzón y Santos. Pudo detener al ladrón, pero en un descuido este le pegó un disparo en el pecho y falleció a los pocos minutos.

El responsable fue ubicado por la Policía este domingo en una casa de Colón. Al verse rodeado, según informó la Policía, el rapiñero se disparó en la cabeza. Falleció este lunes en el Hospital Maciel, donde fue internado. 

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