El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) anunció este miércoles que rechaza el recurso de la sudafricana Caster Semeny a contra el reglamento de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) que obliga a las atletas con altos niveles de testosterona a seguir una medicación para participar en las pruebas de media distancia.
Semenya deberá reducir su tasa de testosterona para competir en pruebas de atletismo de mujeres
Los organismos arbitrales creen que genera un precedente de difícil aplicación y hablan de un reglamento "discriminatorio"
Sin embargo el TAS tiene "serias preocupaciones sobre la futura aplicación práctica de este reglamento" y lo califica de "discriminatorio", pero "esta discriminación es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas".
De la eclosión en la primera línea internacional de la sudafricana Caster Semenya en el Mundial de Berlín-2009 a la decisión del Tribunal Arbitral del Deporte este miércoles, el derecho a competir de las atletas hiperandróginas lleva 10 años de batalla mediática, científica y jurídica.
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El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) anunció este miércoles que rechaza el recurso de la sudafricana Caster Semenya contra la Federación Internacional de Atletismo, que obliga a las atletas con altos niveles de testosterona a seguir una medicación, pero dictó que la IAAF debe modificar su reglamento al respecto.
La IAAF recibió "con reconocimiento" la decisión "diligente y detallada" del TAS, celebrando que el tribunal reconozca el carácter "necesario, razonable y proporcionado" de este reglamento, añadiendo que su entrada en vigor será el 8 de mayo.
En su cuenta de Twitter Semenya escribió que "a veces es mejor reaccionar sin reacción". La sudafricana podría presentar un nuevo recurso ante el Tribunal Federal Suizo, también con sede en Lausana. Sería la última jurisdicción, pero solo juzga sobre la forma, no sobre el fondo.
TAS rechaza
El TAS manifestó "serias preocupaciones sobre la futura aplicación práctica de este reglamento" y lo califica de "discriminatorio", pero "esta discriminación es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas".
En febrero, durante una semana, el TAS, máxima jurisdicción deportiva, estudió el recurso de la campeona sudafricana contra el nuevo reglamento de IAAF que obliga a las mujeres "hiperandróginas" a reducir, a través de medicamentos, sus niveles de testosterona si quieren participar en pruebas internacionales desde los 400 metros a la milla (1.609 metros).
- Tres puntos problemáticos -
Pero el TAS, "en una sentencia larga de 165 páginas" emitida por los tres jueces encargados del caso, "no valida el reglamento de la IAAF, simplemente rechaza el recurso de Semenya", indicó Mathieu Reeb, secretario general de la instancia jurídica de recursos.
"Es la IAAF la que ahora debe trabajar en su reglamento para adaptarlo en función de las reservas emitidas por el TAS", añadió.
Tres puntos provocan problemas, según los expertos: El primero es la dificultad para aplicar un principio de responsabilidad objetiva fijando un umbral de la tasa de testosterona a respetar, a continuación la dificultad de probar la verdadera ventaja atlética de las atletas con hiperandrogenia en las distancias de 1.500 metros y la milla, y finalmente los eventuales efectos secundarios de este tratamiento hormonal.
Según una fuente próxima al caso, la IAAF ya ha modificado su reglamento respondiendo a la primera reserva expresada por el TAS; "la dificultad para aplicar un principio de responsabilidad objetiva".
Si el veredicto del TAS no es una victoria para la IAAF, sí es una derrota para Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, y las otras atletas hiperandróginas que deberán someterse a tratamiento, aunque sea modificado.
El TAS estima que el reglamento sobre las DDS (diferencias de desarrollo sexual) es "discriminatorio", pero considera que, sobre la base de las pruebas entregadas por las partes a lo largo del procedimiento, "tal discriminación constituía un medio necesario" para preservar la integridad del atletismo en ciertas pruebas.
Semenya, así como las medallas de bronce y plata en los 800 metros de los Juegos de Rio 2016, Francine Niyonsaba (Burundi) y Margaret Wambui (Kenia), son reconocidas como atletas hiperandróginas, que generan de manera natural un nivel de testosterona elevado.
- Otros posibles recursos -
Aunque el TAS ha rechazado la apelación de Semenya, "puede que otras atletas presenten un recurso, no se puede excluir otros posibles casos", señaló Reeb.
En febrero los abogados de la campeona sudafricana apelaron a la tolerancia hacia las atletas que presentan "variaciones genéticas". Consideran que la nueva reglamentación de la IAAF "trata de manera equivocada y dolorosa de mandar en las características sexuales de las mujeres atletas".
De su lado, la IAAF argumenta que si atletas con diferencias de desarrollo sexual tienen niveles de testosterona masculinos es necesario "preservar la igualdad de la competición femenina" y, por tanto, pedir a estas atletas "reducir su tasa de testosterona antes de una competición internacional".
Para algunos expertos científicos privar a Semenya de competir debido a su tasa elevada de testosterona equivale a excluir a los jugadores de básquetbol muy altos.
El profesor Chris Cooper, especialista en bioquímica, recordó recientemente que los resultados de Semenya fueron peores en cuanto fue obligada a medicarse para reducir sus niveles de testosterona.
De 2011 a 2015, la IAAF impuso en efecto esta medida, antes que otra atleta afectada, la india Dutee Chand, obligase a anularla gracias a la justicia.
- 2009: La revelación Semenya -
En el Mundial de atletismo de Berlín, en agosto de 2009, una joven sudafricana de 18 años, con aspecto musculado, se convirtió en una protagonista inesperada del evento. Desconocida un año antes, Caster Semenya, hiperandrógina por una tasa elevada de hormonas sexuales masculinas, se presenta como favorita de los 800 metros femeninos, tras una progresión cronométrica fulgurante.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció a unas horas de la final que investigaba sobre el género sexual de la atleta. Semenya ganó el título en la capital alemana y el presidente de su país, Jacob Zuma, denunció la actitud de la IAAF, considerándola "una humillación".
Después de Berlín, Semenya no pudo competir durante once meses, el tiempo que llevó estudiar los "tests de feminidad", que se mantuvieron en secreto y que fueron traumáticos para la joven deportista. Caster Semenya pudo volver a competir en julio de 2010.
- 2011: un primer reglamento -
En mayo de 2011, la IAAF puso en funcionamiento un primer reglamento para la participación de las atletas hiperandróginas en las competiciones femeninas y fijó un umbral de testosterona de 10 nanomoles por litro de sangre.
Caster Semenya, que debe seguir un tratamiento de medicamentos para poder correr, se proclamó de nuevo campeona del mundo en 2011 y luego campeona olímpica en 2012 (fue segunda en la meta, pero se benefició luego de la descalificación por dopaje de la rusa Mariya Savinova), antes de pasar a un lugar más discreto.
En julio de 2015, la velocista india Dutee Chand recurrió al TAS, que suspendió el reglamento de la IAAF. El TAS dio dos años a la organización para presentar un estudio científico que probara la superioridad de las atletas hiperandróginas.
Semenya, liberada de su tratamiento, se proclamó campeona olímpica en agosto de 2016 en Rio y luego campeona mundial, un año más tarde en Londres.
- 2017: la IAAF insiste -
En julio de 2017, la revista médica British Journal of Sports Medecine publica un estudio encargado por la IAAF que demuestra que las mujeres con tasas de testosterona más altas tienen una ventaja "significativa" en varias disciplinas.
En abril de 2018, la IAAF instaura un nuevo reglamento que impone a las mujeres "hiperandróginas" o a las que tengan "diferencia de desarrollo sexual (DSD)" que hagan bajar, mediante medicación, sus tasas de testosterona por debajo de 5 nanomoles por litro, para participar en pruebas internacionales desde los 400 metros a la milla (1.609 metros).
La IAAF insiste en la necesidad de "preservar la igualdad de oportunidades en el seno de las competiciones de atletismo".
- 2019: la decisión final del TAS -
En junio de 2018, Caster Semenya recurre al TAS, apoyada entre otros por la ministra sudafricana de Deportes, Tokozile Xasa.
En febrero de 2019, expertos comparecen en las audiencias. La IAAF defiende su posición en favor de su estudio, cuyas conclusiones son puestas en duda especialmente por científicos de la Universidad de Bath (Inglaterra).
La ONU aborda en marzo el asunto del reglamento de la IAAF, que "podría no ser compatible con las normas y reglas internacionales relativas a los Derechos Humanos".
Este miércoles el TAS anunció que rechaza el recurso de Semenya contra la IAAF, pero dictó que la federación debe modificar su reglamento.
El TAS manifestó "serias preocupaciones sobre la futura aplicación práctica de este reglamento" y lo califica de "discriminatorio", pero "esta discriminación es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas".
La IAAF, que tendrá que revisar algunos puntos del reglamento, anunció que entrará en vigor el 8 de mayo.
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