El director nacional de la Policía Julio Guarteche dijo que las cámaras que serán colocadas en los accesos no sólo para identificar responsables, sino también para darle herramientas a la justicia para procesar a los responsables. Según Guarteche, procesamientos de la justicia obrarán como efecto disuasivo para que se vuelvan a repetir estos episodios.
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Pedradas en los accesos: si juez tiene pruebas habrá menos casos
El director nacional de la Policía Nacional, Julio Guarteche, dijo que las cámaras servirán para identificación y prueba para los jueces.
Este lunes, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, se reunió con la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott).
El motivo también fue las pedreas a ómnibus de pasajeros el fin de semana, en los accesos a Montevideo, en las rutas 1 y 5, en el oeste de la capital.
Bonomi anunció allí que para mejorar la vigilancia en la zona se instalarán cámaras de seguridad, como ya existe en otras partes de Montevideo.
Además, el ministro anunció que reforzará la presencia policial con más agentes del programa Policía Comunitaria, que se encarga de mantener un vínculo cotidiano con los vecinos de un barrio y, de esa forma, prevenir actos delictivos.
Bonomi también anunció este lunes, más temprano, que evaluaba la posibilidad de trasladar la sede de la Zona IV de Policía, desde el Prado a los accesos de Montevideo, cerca del Cerro.
El detonante de estas reuniones y anuncios fue una serie de incidentes reportados el sábado, en los que dos personas necesitaron atención médica. Las empresas Copay y Buquebus fueron las apedreadas.
El conductor de Copay Luis Periasco fue una de las víctimas. Debió ser atendido por médicos tras la rotura de vidrios a causa de las pedradas. Al conductor de Buquebus la pedrada le produjo en corte que requirió 14 puntos de sutura.
El dirigente sindical Juan Arellano dijo a El Observador que una pasajera debió ser internada y sufrió convulsiones.
Según el chofer Periasco, son ataques llevados a cabo por “asesinos” y narró cómo el atacante tiró los vidrios.
El hecho ocurrió a 200 metros de camino Cibils. La zona de peligro -según dijeron- hasta los semáforos de la calle de ingreso al estadio Luis Tróccoli, en el Cerro.
Las empresas no sólo se quejan de los problemas de seguridad, sino también de los perjuicios económicos. Fernando Píriz, encargado de talleres de Agencia Central, informó a El Observador que en un mes deben invertir casi 9.000 dólares en reparar los vidrios.
Los ómnibus, además deben estar parados entre 12 y 24 horas para las reparaciones, lo que genera costos adicionales.
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